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Actualizado: 04 ago 2022 / 11:08 h.
  • Malestar en la afición verdiblanca por los malos resultados en pretemporada

Como dice el dicho «el que la lleva la entiende» y no hay mejor ejemplo que Manuel Pellegrini, el entrenador del Betis, que no cambia el gesto aunque por dentro tenga sus certezas y sus dudas. Pretemporada para hacer pruebas pero también para activar el motor de la ilusión, el mismo que ahora está al ralentí...

El Betis, desde que comenzó la pretemporada, no ha dado buena imagen, ni ante un equipo de tercera línea austriaco no contra un campeón como el PSV Eindhoven o un prestigioso venido a menos como el Real Zaragoza.

Quizás el amistoso de ayer en Málaga ha sido la gota que ha colmado el vaso del aficionado –sobre todo en redes sociales-, el equipo no jugó bien y el final fue catastrófico con una relajación en defensa inusual. Lo único destacado fue la aportación de Juanmi, con su habitual golito -y que no falten- y la aparición estelar de Loren Morón reivindicándose tal vez para ganarse un hueco en la plantilla -pues es un descarte- o para que le escaparate le sirva para encontrar acomodo en otro equipo de LaLiga.

Pero la inquietud viene en los frentes abiertos que tiene el equipo donde se considera que hay trabajo por hacer desde la dirección técnica. El primero la renovación de Bartra, que desde otros medios de comunicación se ensombrece y se le coloca en ese escaparate de ventas pero donde hay un ánimo, por ambas partes, de llevarla a cabo.

En el Betis todos los jugadores son transferibles siempre y cuando llegue una oferta de nivel, «para malvender mejor no vender» que es la máxima que tiene la directiva afanada en activar «palancas» que inyecten 20 millones de euros y pueda tener más claridad en el horizonte económico-deportivo.

Inquieta sobremanera el lateral derecho donde se espera, como agua de mayo sin comprender la demora, a Héctor Bellerín que lo tiene todo atado y hablado y se espera la decisión y carta de libertad por parte del poderoso Arsenal de Arteta. Igualmente no se sabe que va a pasar con jugadores como Álex Moreno o Willian Carvalho, este último en su año de finalización de contrato y donde las ofertas son pocas y no en la cuantía apetecida. Desde Inglaterra, desde el Forest, llegaba una exigua de 10 millones de euros por ambos jugadores ante la negativa del Betis han comprado a un centrocampista valorado en 20 millones de euros... A veces se creen que en España estamos de saldo.

También se tiene el frente abierto del díscolo Aouar, buen jugador, centrocampista de exquisito toque, muy diferente a Carvalho, tan buen jugador como conflictivo...

O Dani Ceballos que a veces está más fuera que dentro del Real Madrid para volver a estar al contrario y viceversa en algo que cansa ya al aficionado sabiendo que estos dos jugadores darían un enorme salto de calidad al equipo.

Se han pulsado a muchos jugadores, como el austriaco Grillitsch, pero las pretensiones son excesivas para un equipo con el tope salarial superado y con la perspectiva económica a cuidar.

Colocar los descartes, vender alguna pieza secundaria del equipo, las palancas que ha hecho famosa el Barça con su sideral deuda y sin embargo... Todo eso son tareas pendientes en un día, el de hoy, en el que Pellegrini se reúne con Haro, Catalán, Alarcón y Cordón para actualizar la situación de descartes y salidas, de fichajes y poner calma e ilusión a una afición que está inquieta y no se conforma con un magnífico central como Luis Felipe, la promesa e incógnita de Luis Henrique o el buen hacer de William José que debe mirar más a portería (pero para eso le deben llegar balones).

Tiene una semana el Betis para solventar todo eso y tener algunos días más para preparar la temporada allá donde el balón va a comenzar a rodar y donde el encuentro contra la Fiorentina puede poner las cosas en su sitio (con una alineación más intensa y titular) o puede ratificar más la desazón del aficionado. Todo es posible en un mercado con aspiraciones pero sin dinero.