La pretemporada está a la vuelta de la esquina o, mejor dicho, a la vuelta de la semana para el Betis, que el jueves 7 de julio empezará a trabajar a las órdenes de Gustavo Poyet, y el objetivo de la dirección deportiva es acelerar en la medida de lo posible en el mercado de fichajes y salidas para que el entrenador uruguayo no se vea en la desagradable tesitura de tener que organizar sesiones de trabajo con una treintena de futbolistas a su mando. A la espera de ver cómo se desarrollan las negociaciones con el Villarreal por N’Diaye, pendientes como están en el Villamarín de lo que decida Pina, el club verdiblanco tendrá en pocas horas en Sevilla a sus dos próximos fichajes: Felipe Gutiérrez y Aïssa Mandi.
El centrocampista chileno y el defensa argelino tenían previsto aterrizar en San Pablo al filo de la medianoche en el mismo vuelo, procedente de Barcelona, junto al director deportivo del Betis, Miguel Torrecilla. En la Ciudad Condal, el centrocampista chileno, convaleciente de una lesión de rodilla que le ha hecho perderse la Copa América Centenario, ha pasado un primer reconocimiento médico. Sin embargo, problemas con los enlaces retrasan el viaje de Mandi unas horas, hasta mañana miércoles.
Ya en Sevilla, los dos acudirán a la clínica Nisa Aljarafe para ponerse en manos de los médicos verdiblancos. Si no hay ningún contratiempo, ambos firmarán luego sus contratos con el Betis, que se extenderán por tres temporadas. El traspaso de Felipe Gutiérrez desde el Twente está valorado en unos 3 millones de euros, mientras que el de Mandi será por algo más, 4 millones más un porcentaje de una futura venta para su equipo de origen, el Stade de Reims.
