El entrenador del Betis, Rubi, afirmó que su próximo rival, el Villarreal, "ha hecho unos partidos muy buenos, está más suelto que el año pasado" y "está en un momento de confianza muy bueno".
"Tienen buenos jugadores como nosotros, pero confiamos en poder ganar", señaló Rubi en la rueda de prensa previa al partido de este viernes en el Estadio La Cerámica y antes de dirigir la última sesión de entrenamiento.
El técnico verdiblanco reconoció que, pese a que cada semana trabajan "nuevos planteamientos", le preocupa que defensivamente no son "aún muy fuertes, pero hay que valorar que cinco goles han llegado en un partido", ante el Barcelona en la segunda jornada (5-2).
Cuestionado por un posible once, aseguró que lo que necesita saber es "quién está al 100, al 90 o al 85%", precisó que "normalmente" aciertan más de lo que se equivocan y dijo que no tiene "ni idea de la alineación" que presentará este viernes porque necesita ver "ahora" a sus jugadores, en referencia al último entrenamiento.
Descartando a los lesionados Nabil Fekir, Sidnei da Silva y Wilfrid Kaptoum y viendo complicada la opción de contar con Juanmi Jiménez, apuntó con rotundidad que le gustaría que su equipo "salga al campo con mucha hambre".
"Si conseguimos tres puntos, aquí con el Éibar (el próximo partido en el Villamarín) el ambiente, si ya es espectacular, va a ser el doble. Es una oportunidad para dar un saltito bueno. El equipo va escalando posiciones", consideró.
Sobre si no sería extraño ver de nuevo juntos a Loren Morón y Borja Iglesias en el ataque bético, enfatizó que su intención "es que se repita muchas veces, que se vea un Betis con todas sus virtudes", las que en su opinión exhibió ante el Levante el pasado martes.
Aseguró que le gustó "que el equipo fuera capaz de circular rápido y combinarlo con cierta pausa para encontrar el pase adecuado" y, además, que "dominó más en campo rival", aunque reconoció que "hay cosas a mejorar, por ejemplo, el balón parado".