Rafael Salas, en su alocución ante la junta, explicó la motivación de su proyecto. «Me presento hoy aquí para ofrecer a todos los béticos una alternativa, un Betis distinto, completamente diferente al que estamos viviendo en los últimos años. Al venir hacia acá se me pasan por la cabeza muchas cosas. El primer recuerdo es la primera asamblea a la que asistí, con mi padre en el colegio Claret, a la que fui en un Peugeot, no en un Mercedes. He conocido un Betis muy diferente, como todos nosotros. Todos queremos un Betis que eso que se dice a la altura de lo que nos merecemos, para eso lo primero es conocer el Betis, haberlo vivido. Esto, aparte de un equipo, es sentimiento, pasión. Si no se transmite desde el utillero de cantera hasta el presidente, ese veneno bético, ese sacrificio que nos merecemos... Para estar a la altura no se puede permitir que este equipo se arrastre como se ha arrastrado», fueron las palabras de Rafael Salas para explicar por qué ha intentado el cese del consejo actual.
No le ha gustado que haya sido vilipendiado por presentar una alternativa a la actual gobernanza del club. «En estos cuarenta días me he encontrado odio por presentar una alternativa. He visto gente que ha odiado a Alfonso por dar un paso. Odio por darles la posibilidad de elegir. Podemos discrepar, pero ¿odiarnos? ¿Por presentar una alternativa diferente a la que hay? A todo el mundo le he pedido que vote en conciencia porque este Betis no lo quiero. Un Betis de 39 puntos, arrastrándose ante el Granada. La estabilidad la da el fútbol, no las acciones. El día que aprendamos y construyamos todo sobre esa base empezaremos a tener el Betis que queremos».
Propuso que para ser presidente, al menos haya que tener una antigüedad de 15 o 20 años de socio.
«En junio son las elecciones de equipos como el Madrid o el Barcelona. El Betis es mucho más grande que el Madrid o el Barcelona. Propondría que para ser presidente deberíamos ser socios al menos durante quince o veinte años porque es imprescindible conocer esta casa y nuestra idiosincrasia para no odiarnos y comprender que el Betis está por encima de todo el mundo».
«Tengo mi conciencia tranquila. He presentado una alternativa. Pido al presidente del Betis, sea quien sea, que no fomente ese miedo, que deje opinar libremente a la gente. En estos cuarenta días los consejeros delegados han trabajado más que en año y medio. Me alegro porque quiero que el Betis esté arriba y para eso hay que exigir».
«También me he encontrado cierta indiferencia en los peñistas. La gente está harta de estar harta. Lo más fácil para mí habría sido dimitir e irme para mi casa, pero los béticos tenemos que luchar. Si queremos cambiar esto, la única manera es la nuestra», dijo.
Al finalizar la junta, en la que no logró el apoyo para sacar adelante el cese del consejo, Rafael Salas aseguró que no volverá a ser candidato «a corto plazo».