Sergio León, el pichichi del Betis esta temporada, no podrá jugar el domingo contra el Atlético de Madrid porque el jueves, ante la UD Las Palmas, vio su quinta tarjeta amarilla de la campaña. Fue amonestado en el minuto 65 por «ponerse delante del portero, impidiendo que pusiera el balón en juego», según el acta del árbitro murciano Sánchez Martínez.
El delantero verdiblanco prolonga así la curiosa y diríase que planificada rotación que Quique Setién está llevando a cabo con los futbolistas que tienen problemas con las tarjetas. En las tres últimas jornadas, por ejemplo, han ido cayendo primero Amat, contra el Eibar; luego Javi García, ante el Girona; y, por último, Sergio León. Y todas las tarjetas fueron en momentos y por argumentos bastante prescindibles, como perder tiempo con el partido ya decidido (caso de Amat) o lo que hizo Sergio el jueves. Si es un plan organizado, al técnico le está saliendo a la perfección, sobre todo si se tiene en cuenta que el jugador que sustituye al compañero lo hace igual de bien y no disminuye el magnífico tono general del grupo.
En el contexto de esa cartulina y la consiguiente suspensión de Sergio León hay que incluir también la inesperada decisión de Setién de dejar fuera de la última convocatoria a Loren, autor del gol del triunfo en Montilivi. De hecho, todo apunta a que el marbellí, autor de seis tantos desde su incorporación al primer equipo, será titular en el encuentro frente al Atlético.
Por lo demás, ahora mismo hay otros tres futbolistas al borde de la suspensión por acumulación de tarjetas, dos de ellos titulares indiscutibles: Bartra y Mandi. El otro es Durmisi, que desde la irrupción de Junior apenas ha disfrutado de minutos de competición.