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Actualizado: 06 feb 2018 / 17:12 h.
  • Quique Setién consulta movimientos tácticos con Eder Sarabia durante el Betis-Villarreal / Jesús Barrera
    Quique Setién consulta movimientos tácticos con Eder Sarabia durante el Betis-Villarreal / Jesús Barrera

El Betis acaba de vencer al Villarreal, un «equipazo» que habitualmente se clasifica para Europa, y de nuevo está a las puertas de la sexta plaza, pero Quique Setién sabe cómo funciona el fútbol y mantiene su discurso autocrítico al mismo tiempo que echa la vista atrás y calcula que los suyos podrían llevar «tres o cuatro puntos más». «Creo que tenemos unos pocos puntos menos de los que nos merecemos, pero por ahí estamos. Hemos perdido algunos partidos haciendo las cosas muy bien y perdimos puntos sin que el rival hiciese tantos méritos para ganarnos. Y hay algunos puntos que hemos sacado que igual no merecíamos. En líneas generales podríamos tener tres o cuatro puntos más. También hemos hecho partidos en los que no hemos demostrado nada y podríamos estar más abajo. No somos tan sólidos ni tan consistentes para pensar que somos mejores que muchos otros equipos», dijo este lunes en los medios del club.

«Hay que tener las cosas claras en la cabeza. Si no, los pies no funcionan tampoco. Estamos todos en la idea de tener tranquilidad. No puede ser que ganes dos partidos y pienses que estás en Europa y que al día siguiente pierdas y la frustración sea tan grande que todo el mundo pida que te vayas. En la medida que lo comprendamos, haremos el Betis que todo el mundo quiere», añadió Setién. «No se puede valorar un proyecto si no tienes en cuenta todas las cosas que te pasan, como perder al delantero con mejor promedio goleador de la Liga. Es importante tranquilizarse, no pensar que todo es un desastre cuando pierdes y que vas a ir a la Champions cuando ganas. Hay que tener un punto intermedio y ver las cosas con perspectiva», reiteró.

El técnico verdiblanco también explicó qué le había disgustado del triunfo ante el Villarreal. Lo que dijo no puede sorprender a nadie. Bastó con ver la última media hora de su equipo. «Lo que más me afecta es cuando regalamos el balón. Me acuerdo de que cuando jugaba podía meter dos goles, pero fallaba dos pases fáciles y me iba a casa con un cabreo tremendo. No hablo de pases decisivos, sino de balones sencillos para dar continuidad al juego, porque además trabajamos esas situaciones permanentemente», comentó. «Los futbolistas tienen miedo a perder el balón, tenemos futbolistas a los que les quema el balón en los pies, tienen miedo al error y arriesgan poco... Son situaciones personales en función de cómo le van las cosas», reconoció antes de citar otro defecto: «La falta de concentración en situaciones en las que uno debe ser muy agresivo en el plano defensivo y tener mucha más tensión».

Como es natural, también hubo «muchas cosas» que sí fueron de su agrado. «Vamos mejorando cada vez más en la presión que hacemos hacia delante, la concentración para fijar las marcas cuando salimos hacia delante para ganar espacio... Eso nos da bastante rédito porque solemos estar en el campo contrario bastante tiempo con el balón y además comprometemos al rival», dijo. Acto seguido, eso sí, repitió el matiz de lo que no le gusta, no sea que alguien se pierda en el elogio. «Muchas veces no tenemos esa pausa y ese pase de seguridad que nos permita gestionar mejor el balón, a veces lo perdemos muy fácil, hacemos las acciones más difíciles de lo que deben ser».

Es habitual que Setién insista por activa y por pasiva en que su proyecto exige paciencia. Esta vez no fue distinto, aunque aportó un detalle, un ejemplo: el Eibar. «Lleva seis años con un entrenador y no se vuelve loco. Ha ido mal en la primera vuelta pero nadie se ha vuelto loco, saben que puede haber rachas», alabó. «Hay equipos con un poco más de paciencia y en el resto lo que queda son cambios permanentes», lamentó. Frente a esos cambios, el míster defendió la convicción en la idea porque incluso admitió que «es imposible dar continuidad en forma de resultados» a lo que están haciendo. «No podemos perder contra el Eibar por 5-0, es verdad, pero tampoco tendríamos que ganar al Villarreal, al Real Madrid, al Sevilla... porque su potencial está muy por encima del nuestro. Es imposible que demos continuidad a lo que estamos haciendo en forma de resultados. Tenemos muchas cosas que mejorar. No podemos ser tan buenos el día del Sevilla o del Real Madrid y tan malos al día siguiente. Con todos los futbolistas, juegue quien juegue, vamos a tener problemas», advirtió.

Adán

«Hay muchas cosas que el futbolista puede mejorar, pero necesita mucho tiempo. Muchas veces exigimos al futbolista que haga muchas cosas que le van a costar una barbaridad y lo comprometemos en exceso, pero una cosa es su voluntad para aprender y otra, su capacidad para dar lo que tú quieres. La prueba es Adán. Desde el principio todos hablan de que no sabe jugar con los pies, pero hay muchísimas acciones en las que Adán sale jugando como lo puede hacer Ter Stegen. Adán se tira todos los días una hora con Jon Pascua analizando las jugadas con el ordenador y luego va al campo. Y ahora es muchísimo mejor portero que antes. Y así, puesto por puesto».

Potencial para estar arriba

«El Betis, sólo por su masa social, es un club que tendría que estar ahí, pero ya tendría que haber estado hace ocho años. O cuando quedó campeón y se metió en la Champions, debería haberse mantenido ahí. Algo pasa aquí. El manquepierda es por algo, supongo, pero algo pasaría para que no hubiese esa estabilidad. Un club no puede jugar la Champions y bajar al año siguiente si hace las cosas bien. ¿Eran otros tiempos? A todos les explico el caso del Racing, que está en Segunda B y no asciende a Segunda. Esto es señal de que las cosas no se han hecho bien. Y somos otro equipo de ciento y pico años de historia y hay otra masa social importante».

Villarreal

«Sabíamos de las dificultades que íbamos a tener en defensa. Como jugamos mucho en el campo contrario, intentamos que no nos cojan mucho a la contra. Intentamos evitar defender con muchos jugadores en nuestra área. Muchos de los goles que recibimos son por situaciones que podríamos evitar. No sé si es la falta de atención o que realmente no nos damos cuenta a la hora de leer muchas acciones. Hemos encajado goles porque nos fijamos mucho en el balón y no concretamos las marcas. Son situaciones que repetimos, aunque no es fácil. Pero fuimos atrevidos y no nos metimos atrás contra un equipazo en el que el que menos vale 20 millones. Incluso con diez nos comprometieron mucho, nos pusimos nerviosos y perdimos el balón una barbaridad de veces».

Cambio de sistema

«El cambio de sistema no implica un cambio en la idea de juego. El dibujo es indiferente, la idea es permanente. Hay aspectos que en función del rival variamos prácticamente en todos los partidos. Nuestra salida de balón no siempre es la misma. Poner a tres centrales no es para dar más consistencia o ser más defensivo. Ya lo hicimos el día del Barcelona. Al decidir no jugar con hombres de banda, convertimos a los laterales en hombres de banda. Cuando están replegados, ese espacio está vacío y debes desplazar a los interiores, con lo que te descolocas un poco. Si fijas a sus laterales con los nuestros y a los mediocentros con los nuestros, ya tienes un equilibrio y puedes apretar hacia delante hombre por hombre. Eso a la hora de defender. Y eso genera unos problemas grandes al rival porque si pones a los laterales de extremos, creas superioridad en otras zonas del campo. Si hay una circulación rápida, al final encuentras espacios por dentro o con las llegadas de los laterales».

Loren y Rubén Castro

«Supongo que a la casi totalidad de los aficionados les llamó la atención la alineación y seguramente muchos dirían que me había vuelto loco. Puede ser que sí. Pero yo he visto entrenar a Rubén, cada vez se entrena mejor, se está aplicando mucho en las tareas defensivas. Y Loren en algún momento tenía que dar el paso. No sólo por los goles, es el trabajo que nos hace, porque no paró de trabajar durante todo el partido, no perdió casi ningún balón, gestionó todo muy bien... Sergio León no tiene esa corpulencia y algunas veces aguanta el balón y otras las pierde. Esta es una opción muy buena para ganar tiempo y salir».

Un equipo previsible

«Previsibles seguiremos siendo porque saben que trataremos de sacar el balón desde atrás. El Barcelona también es previsible, como muchos equipos: el Leganés, el Atlético... Sabemos a lo que juegan, pero luego están los matices y los futbolistas».

Proyecto a tres años

«Claro que vamos a ir mejorando, seguro. Para eso tienes que acertar en las incorporaciones y los jugadores que no continúen. Pero dependerá de que si el Villarreal, que ha venido un jugador por 40 y pico millones, de la capacidad para contratar futbolistas de verdad, de nivel como Bartra, aunque venía de no jugar; si no, no viene. Es un chaval enorme, todos los tuvimos claro en cuanto hubo posibilidad. No hubo que explicarle nada. De la capacidad para contratar futbolistas emergentes, como hacen el Villarreal o la Real, que no es fácil».

Próxima temporada

«Este año es un año de conocimiento, de implantar unos factores. Cualquier empresa hace planes a cinco años. En fútbol no puede ser, pero si no sale, ¿qué haréis, qué le quedará dl club, cesarme y empezar otro proyecto y otro año perdido? Ahora llega Seedorf al Dépor y dirá que es un proyecto de futuro».