El gol de Antonio Puerta al Schalke 04, la remontada al PAOK de Salónica en Nervión, la angustia y pena en Atenas en la víspera de un partido Champions, la mano de Beto en el Villamarín, el gol de Mbia en Mestalla, el de Palop en Donetsk, un barrizal en el Sánchez-Pizjuán como mejor aliado del Torpedo de Moscú, la falta de Suker a la escuadra en El Pireo, el escalofriante homenaje a Puerta ante el Milan, la goleada sufrida frente al Madrid de las cinco Copas de Europa, la exhibición frente al Barcelona de Messi y Ronaldinho en Mónaco, el mangazo ante el Sporting de Portugal de un incipiente Futre, el golazo de Suker contra el Botev Plovdiv, la conjura de Madeira, el partidazo de Palop en Glasgow, y, más que ninguna otra cosa, la histórica e irrepetible explosión de alegría en Eindhoven.
La historia del Sevilla en Europa rebosa anécdotas, partidos memorables, goles antológicos, remontadas épicas, emoción, decepciones pesadas, frustraciones y un pasaporte repleto de sellos fruto de un centenar y medio de partidos por el Viejo Continente. El Sevilla cumple este martes 150 partidos en las competiciones europeas, ante la Juventus de Turín. Un rival de tronío como lo fue aquel Benfica que visitó Sevilla el 19 de septiembre de 1957 en el debut de los nervionenses en la Copa de Europa. Desde entonces hasta el Borussia Mönchengladbach-Sevilla del pasado 25 de noviembre, 149 encuentros en los que el club andaluz poco a poco se ha hecho un nombre en Europa, sobre todo en un mágico arranque de siglo XXI impulsado por un Centenario oficial que catapultó hacia la realidad los sueños de una entidad y una afición presas de la mediocridad.
La historia del Sevilla en Europa tiene un punto de inflexión en la temporada 2005-06, la del Centenario. Y más concretamente en el gol del añorado Antonio Puerta en las semifinales de la Copa de la UEFA –ahora Europa League– frente al Schalke 04. Era la confirmación de que el Sevilla había roto el maleficio, tras décadas sin oler siquiera una final. El Sevilla la iba a jugar. Y la jugó. Y la ganó. En Eindhoven, donde miles de sevillistas abrazados en varias generaciones frustradas conmovieron a toda Europa con una explosión de alegría difícilmente repetible.
Hasta entonces, las hazañas sevillistas por el Viejo Continente relataban historias que ahora se ven pueriles: la remontada en 1982 ante el PAOK o cómo un gol de Suker rescató al Sevilla en el infierno de Atenas frente al Olympiakos. Los más viejos del lugar contaban entonces que su Sevilla jugó la Copa de Europa. Muchos de ellos no sólo lloraron en el Philips Stadion de Eindhoven sino que volvieron a ver a su equipo en la ya denominada Champions League en 2007. Cualquiera le explica a un quinceañero de hoy que las mieles que ahora saborea su Sevilla eran sueños inalcanzables no hace mucho.
Si Puerta marcó un antes y un después con su gol, no menos significativos en el esplendor sevillista en Europa han sido personajes como José María del Nido y Monchi, principales artífices del despegue, Frederic Kanouté, Juande Ramos, Daniel Alves, Andrés Palop o el capitán de las cinco copas en 15 meses, Javi Navarro. Todos esos nombres –y muchos otros– están escritos con letras de oro en la historia del Sevilla en Europa, como el de Pahuet, autor del primer tanto en competiciones europeas, el de Manolo Cardo y su Sevilla de los 80, el de Jesús Navas y Unai Emery, jugador y técnico con más partidos con el Sevilla en Europa. Como tantos y tantos otros que aportaron su granito de arena en estos 58 años de sevillismo por Europa. Y que sean muchos más.
En la edición de hoy de El Correo de Andalucía pueden encontrar un amplio reportaje fotográfico.
