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Actualizado: 18 may 2016 / 23:06 h.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Los sevillistas de Los Rosales se reunieron para presenciar la final.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Panorámica general de la concurrida Peña Sevillista de Osuna.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    San José extremeño, en Almendralejo.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Los sevillistas de Los Corrales festejaron el título.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    El Bar Román de La Campana fue un hervidero de hinchas.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    La Peña Sevillista de Albaida homenajeó a la hermandad de El Rocío del municipio.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Los peñistas de La Campana animaron el municipio desde minutos antes de la final.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Villaverde fue uno de los municipios en los que el triunfo originó una fiesta especialmente concurrida.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Los sevillistas de Olivares también quisieron ser partícipes del quinto título de la Europa League.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Los más pequeños de Albaida también vivieron de una forma muy particular la finalísima.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Los sevillistas de Casariche acudieron a la Peña Sevillista de Ventippo para celebrar el título.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    En Guillena los aficionados se concentraron alrededor de una pantalla gigante.
  • A corazón abierto a kilómetros de la ‘Meca’
    Un grupo de hinchas de La Algaba celebró el título en Los Járdines de Hércules.

La final de la Europa League revolucionó Nervión, San Pablo, Santa Justa, Triana, Macarena, San Marcos, Valdezorras, San Diego, Pino Montano, Sevilla Este, Alcosa o Torreblanca. Las calles fueron durante horas un desierto de viandantes y un termómetro real de la trascendencia de la enésima cita de prestigio que el Sevilla FC afrontaba en Basilea. Pero no sólo fue una noche de transistores, pantallas gigantes y taquicardias en la capital, sino también en los 105 municipios que decoran una provincia de cine y fábula.

En Los Rosales, un nutrido grupo de aficionados multiplicaba los decibelios del salón principal de Anca Raúl, uno de los establecimientos hosteleros más concurridos del municipio. La primera ocasión de Kevin Gameiro motivó a los jóvenes que, asidos a una bufanda y una bandera, espoleaban desde la distancia a los hombres de Unai Emery. A unos kilómetros de Los Rosales, los incondicionales del SFC de La Campana maldecían el 1-0 de Sturridge mientras los refrescos y las tapas agitaban a la clientela del Bar Román. Eran momentos de dudas y tensión que inquietaban a los hinchas que confiaban en la épica en el corazón de la Peña Sevillista de Osuna.

El descanso originó unos minutos de tregua en Guillena, donde una pantalla gigante reunía a cientos de aficionados ávidos de festejar otro hito en el Viejo Continente, y Albaida, uno de los centros neurálgicos del Aljarafe donde los peñistas rindieron honores a los rocieros que regresaban a pie de Almonte. Y, de repente, el gol de la reacción de Gameiro y el doblete de Coke, inmortal en los corazones de los sevillistas de Villaverde. El final fue el inicio de la fiesta en Los Corrales, Cazalla de la Sierra, Castilleja, Barcelona, Bilbao o Almendralejo, allí donde David Feito, uno de los símbolos de la historia moderna del Coria CF, sostenía a su hijo para que viviera su primera noche de éxtasis como neonato sevillista.