Joaquín Caparrós es algo más que el director de fútbol del Sevilla. El utrerano es ídolo del sevillismo y el acto de este miércoles ‘Fieles de Nervión’ sirvió para nombrarlo oficiosamente como líder del sevillismo. El ya extécnico fue ovacionado cada cinco minutos por los 4.300 sevillistas que poblaban el césped del Sánchez-Pizjuán, incluso en el momento del discurso del presidente Castro, que se saltó el protocolo en un gesto de humildad para darle la última palabra a Caparrós: “Hay que apoyar a nuestro entrenador, al que le vamos a meter en vena el sevillismo. Es el mejor que podíamos tener. Doy gracias (mirando al cielo) por hacerme sevillista, qué grande es ser del Sevilla. Hay que estar todos juntos y estar ilusionados pues tenemos una gente joven pero con ganas y muy profesionales”. Un broche final que encendió las masas entre los fieles de Nervión.
Por su parte Castro, lanzó un mensaje parecido: “El futuro es Caparrós y Machín. Tras una temporada extraña, en la que mezclamos momentos extraordinarios con otros lamentables, necesitamos a gente doliente y que insufle veneno, como Caparrós pero también como Machín, con hambre. Pablo, esta es la grandeza del Sevilla, su gente, y comprender eso es el primer paso para el éxito. Vamos a redoblar todos los esfuerzos para ver la próxima temporada al Sevilla que todos queremos”.
