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Actualizado: 03 may 2018 / 14:09 h.
  • El centrocampista ‘Mudo’ Vázquez, celebra el gol que le dio la victoria al Sevilla, hace dos meses. / Efe
    El centrocampista ‘Mudo’ Vázquez, celebra el gol que le dio la victoria al Sevilla, hace dos meses. / Efe

El Sevilla se enfrenta a una prueba bastante exigente frente a la Real Sociedad si quiere seguir teniendo opciones para la clasificación europea del próximo curso. Con un balance y unos números propios de un equipo que lucha por no descender, los nervionenses acumulan hasta siete partidos en la Liga sin conocer la victoria. Atrás queda ya la última victoria en el campeonato nacional, cuando derrotó al Athletic de Bilbao por 2-0 el tres de marzo, hace dos meses, que se dice pronto. Ante esta situación, Joaquín Caparrós se erige como el principal incentivo de una plantilla que ha perdido la motivación y el hambre por conseguir grandes cotas que siempre ha imperado en el Sevilla. Y es que, no es casualidad la desgana con la que salen los jugadores sevillistas al campo, pues hay un trasfondo muy delatador en el que se mezclan el casi nulo acierto de cara a portería y la facilidad con la que estos encajan goles. Tras la última victoria cosechada mencionada anteriormente, en los siguientes siete partidos ha recibido un total de 14 goles, es decir, dos por encuentro, y únicamente dejó la meta imbatida frente al Deportivo en el 0-0 de Riazor. Además, las cifras goleadoras son paupérrimas, con tan sólo seis goles a favor. Números impropios de un equipo que se presupone como uno de los grandes en España. Extrapolando estos guarismos, las cifras son más alarmantes si cabe, pues el Sevilla necesita realizar 22 tiros para conseguir un gol, con un porcentaje de tiros a puerta del 27,3%. Por otro lado, los rivales únicamente con siete lanzamientos ya le marcan al equipo hispalense, con un acierto del 41,8% en tiros entre los tres palos. Datos que dejan muy en evidencia tanto a la delantera como a la defensa, los dos grandes lastres del equipo durante esta temporada, y que en estos cuatro partidos que quedan deben revertir la situación para llevar al equipo a Europa.