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Actualizado: 30 mar 2017 / 11:00 h.
  • El Sevilla FC se ejercitó ayer en la Ciudad Deportiva. / Manuel Gómez
    El Sevilla FC se ejercitó ayer en la Ciudad Deportiva. / Manuel Gómez

El mes de marzo llega a su fin y en el Sevilla suplican a los dioses que abril traiga aire fresco a Nervión, donde entre la mala racha en la Liga, la eliminación de la Champions, el incómodo y eterno adiós de Monchi y la crisis social con la polémica con los Biris Norte y las sanciones de los comités de fondo, las nubes han poblado el cielo azul que lucía en el Sánchez-Pizjuán desde septiembre, cuando la temporada daba su comienzo. El Sevilla muestra sus ansias por que ruede de nuevo el balón y que lo haga como antaño, para que la atención se centre de nuevo en los diez partidos en los que el plantel de Sampaoli se juega sellar su pasaporte a la próxima edición de la Liga de Campeones. Sporting es la palabra clave.

Monchi regresó el martes por la noche de su comentadísimo viaje a Londres con un considerable enfado porque había prensa esperándole en el aeropuerto. Ayer José Castro mostró también su hartazgo al ser preguntado en Madrid. «Yo no sé nada», repitió hasta seis veces el máximo mandatario sevillista, que elevó su tono para decir que «sólo sé que Monchi está en el Sevilla y si se va o no hay que preguntárselo a él. Pregúntenle a Monchi». El día transcurrió para el de San Fernando de forma más calmada: se dejó ver por el Sánchez-Pizjuán y por el entrenamiento del equipo en la ciudad deportiva, acompañado por Óscar Arias. El Sevilla dejará el tiempo pasar en busca del momento idóneo para tratar el asunto de manera pública.

El domingo regresa la Liga a Nervión y todos los esfuerzos se centran en ganar, verbo que no conjuga el Sevilla desde el 2 de marzo (1-0 al Athletic). El domingo, cuando reciba a los de Rubi, hará un mes justo. También hay problemas deportivos: la defensa está tocada. Rami y Mercado son bajas, a la espera de testar el estado físico de Mariano, convocado por Brasil aunque no haya jugado. Es una incógnita la disponibilidad de Nico Pareja, que no estuvo ni en Leicester ni en Madrid ante el Atlético.

También en torno al entrenador se ha reabierto la puerta de los rumores, relacionados con el banquillo de Argentina, en plena crisis. Incluso el exsevillista Carlos Bilardo ha hablado abiertamente: «Sampaoli no sirve para nada. Si viene a Argentina me voy a Uruguay». Una razón más para que en el Sevilla estén deseando que vuelva a rodar el balón. Y que ruede mejor que en marzo, claro.