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Actualizado: 01 oct 2016 / 21:25 h.
  • Ben Yedder celebra uno de sus goles al Alavés. / Manuel Gómez
    Ben Yedder celebra uno de sus goles al Alavés. / Manuel Gómez

El Sevilla de Jorge Sampaoli continúa fiel al guión que ha seguido hasta ahora: sacar lo mejor de sí mismo en la segunda parte hasta ganar por esa mezcla de arrojo, orgullo y calidad que le mantiene en la zona alta de la clasificación mientras se forja a base de hacer sufrir a su parroquia. El Alavés se lo puso difícil con su planteamiento ultradefensivo. Como también se lo puso el calor, aunque éste se lo puso difícil a los dos equipos. Cuatro jugadores sustituidos con problemas musculares más el colegiado Mateu Lahoz son muchos. La temperatura seguro que tuvo mucho que decir, aunque quien al final dijo más fue Ben Yedder, autor de dos goles que valen su peso en oro para lograr otra victoria antes del parón.

Pero ni el calor ni la acumulación de partidos apartó a Sampaoli de su idea: sacar a los mismos once futbolistas que ante el Lyon. Mimbres suficientes como para ganar a un Alavés inquietante tras haber firmado un empate en el Calderón y un triunfo en el Camp Nou... Al plan respondió Pellegrino con cinco hombres atrás, cuatro por delante de ellos y Deyverson en punta. ¿La idea? Aprovechar algún error y punto. Y de esta guisa dispuso de la ocasión más clara hasta el descanso. Un pase entre los centrales permitió a Edgar –en posición de fuera de juego, no señalado– plantarse ante Sergio Rico, aunque terminó estrellando la pelota en el poste (11’).

El Sevilla llevó siempre el peso del encuentro. Su rival le cedió la posesión y los nervionenses tocaron y tocaron buscando huecos: por la izquierda, por la derecha, por el centro... Lo intentó Vietto en los primeros quince minutos con un disparo alto desde la frontal primero y con uno de espuela que atrapó Pacheco, después Luego, turno para Nasri. Tras brillar en la Champions, su presencia era esperada. Y más aún viendo una telaraña como la del Alavés. Suya fue la ocasión más clara de los nervioneses en la primera parte, cuando mandó fuera por poco el balón tras dos recortes dentro del área (18’).

El Sevilla siguió erre que erre con una posesión abrumadora mientras veía cómo el Alavés efectuaba dos cambios seguidos por lesión a la media hora de juego. El plan de su técnico, en cualquier caso, continuó siendo el mismo: defender y encomendarse a un error local mientras el calor hacía estragos.

Es el de Sampaoli un equipo cuyas segundas partes suelen ser mejores que las primeras. Se comprobó, sin ir más lejos, en su último encuentro. Y era la gran esperanza visto lo visto hasta el paso por vestuarios, con Deyverson asustando poco antes de que los nervionenses reclamaran penalti por manos de Theo. Uno de los que se reclamaron (también lo hicieron Vitolo y el Alavés por mano de Escudero).

Y llegó esa esperada segunda parte. Ben Yedder, que había entrado en juego lo justo, apareció. Lo hizo primero con un remate escorado que detuvo bien Pacheco. Fue el aviso de lo que haría más tarde. Le siguió Mariano, en un disparo al que el guardameta respondió en dos tiempos. Y empezaron a pasar verdadera factura el calor y los minutos acumulados en las piernas. Nasri dejó su puesto por lesión a Sarabia, Vietto a Ganso... El brasileño era esperado con expectación. Su calidad podía ser clave en el último pase. Quien lo dio primero fue Vázquez, sacando fuerzas de flaqueza para poner la pelota a Sarabia, cuyo disparo en excelente posición lo repelió una vez más Pacheco (67’). Pero Ganso tenía ganas de reivindicarse. No ha sido fácil su inicio de campaña, con problemas físicos y poco fútbol, aunque este sábado sacó de la chistera un genial pase de tacón en la frontal del área cuando parecía irse al suelo para dejar solo a Ben Yedder y fraguar el 1-0 (73’).

El calor pasaba factura incluso al árbitro, que tuvo que dejar su puesto con molestias musculares mientras el Alavés se estiraba. En uno de sus acercamientos, la defensa del Sevilla hizo aguas y dejó que Laguardia empatara al rematar un saque de esquina que previamente tocó un compañero (84’). Mal asunto para los nervionenses, aunque éstos, tirando de orgullo y calidad, volvieron a marcar. Vitolo, siempre presente, llegó a la línea de fondo sin que nadie le frenase y asistió a Ben Yedder para que, de tacón, hiciera el definitivo 2-1 (91’). Así es este Sevilla: imprevisible pero con orgullo.

FICHA TÉCNICA:

2 - Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Mercado, Nico Pareja, Escudero; N’Zonzi; Nasri (Sarabia, m.58), Franco Vázquez, Vitolo; Ben Yedder (Iborra, m.92) y Vietto (Ganso. m.61).

1 - Deportivo Alavés: Pacheco; Kiko Femenía (Pantic, m.26), Laguardia, Alexis, Raúl García, Theo; Marcos Llorente, Dani Torres (Krticic, m.29), Camarasa (Katai, m.79); Edgar Méndez y Deyverson.

Goles: 1-0, m.73: Ben Yedder. 1-1, m.84: Laguardia. 2-1, m.91: Ben Yedder.

Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Mercado (m.33) y Mariano (m.96) y a los visitantes Theo (m.37), Alexis (m.41), Marcos Llorente (m.65), Raúl (m.78) y Edgar (m.89).

Incidencias: Partido de la séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 32.122 espectadores. A los cinco minutos de encuentro el árbitro hizo cambiar al portero local, Sergio Rico, la camiseta azul que lucía por otra naranja para que no se confundiera con la del equipo visitante. Mateu Lahoz tuvo que ser sustituido por el cuarto colegiado, el extremeño José Hernández Maeso, por lesión en el minuto 75.