Hace 20 años, el Sevilla jugó la Copa de la UEFA y celebró por todo lo alto un gol de Súker al Olympiacos que simplemente lo clasificaba para la siguiente ronda in extremis. Hace 12, el sevillismo se fue a la Puerta de Jerez para celebrar que su club, después de muchas penurias, regresaba a Europa. Tras una borrachera de títulos en una década maravillosa, en 2016 el Sevilla se ha hecho experto en celebraciones de alto standing y el reto cada año se hace mayor. La entidad nervionense ha vuelto a dejar en manos de una empresa sevillana y con ADN sevillista la fiesta de su quinta Europa League, apostando como pregona por el producto andaluz. «En Andalucía sabemos hacer muy bien las cosas», dijo José Castro en la sede de la Junta de Andalucía este martes.
Se trata del grupo Abbsolute, organizador de eventos, y que se ha encargado tanto de la fiesta del pasado lunes como de la del año pasado tras el título de Varsovia. Atrás ha quedado la etapa en la que se perdía la virginidad en Nervión con este tipo de celebraciones.
Desde Grupo Abbsolute afirman que se ha buscado que la instalación funcione como una continuación del estadio en su nueva imagen, que se integre y que sea familiar para los socios, por lo que se incorporó el rojo dominante y el negro como colores de base. En este sentido, inmediatamente después de la fiesta se retomaron las últimas obras de modernización del estadio, paradas antes de la semanas de las finales.
Y es que desde el año pasado, el Sevilla no aguarda a la consecución del título que corresponda para armar una celebración. No sólo paralizó las obras sino que gestionó la organización de la fiesta por sí había título en Basilea o Madrid, pese a posibles supersticiones incluso dentro del mismo Grupo Abbsolute, que vivió una experiencia muy singular en Basilea, adonde acudieron para animar a su equipo, el Sevilla. En juego en St Jakob-Park no estaba sólo la quinta Europa League, sino también un nuevo encargo profesional de una empresa sevillana que crece al rebufo del Sevilla FC.