El entrenador del Sevilla, Pablo Machín, achacó el empate a cero ante el Villanovense al mal estado del terreno de juego, por lo que no pudieron hilvanar jugadas, y aseguró que hay opciones para que los extremeños den la sorpresa en el partido de vuelta.
En la rueda de prensa posterior al encuentro correspondiente a la ida de dieciseisavos de la Copa del Rey, Machín afirmó que el césped ha sido determinante, ya que se levantaba mucho, y que conforme avanzaban los minutos era peor.
A su juicio, este aspecto les ha perjudicado más a ellos, puesto que los locales están acostumbrados a jugar en su campo, aunque ha explicado que han jugado bien, que han tenido controlado al rival buena parte de la primera mitad y que será otro partido en el Sánchez Pizjuan.
“Es complicado enfrentarse a este tipo de equipos de categorías más bajas porque están sobremotivados, ya que para muchos de los jugadores será la única vez que puedan jugar contra equipos de primera”, comentó.
En este sentido, dijo que sus jugadores lograron ponerse a la altura de la actitud de los extremeños, que basaron su juego en el balón parado y en los contraataques.
Sobre el posible penalti a Muriel dijo que había sido una carga y que había sido tan rápido que no pudo verlo bien, por lo que lo tildó de anécdota.
Machín, que confía en que pasarán la eliminatoria, se declaró sorprendido con la afición del Sevilla, aproximadamente un millar, por el desplazamiento y el ánimo que han dado a los suyos, al igual que lo han hecho los de Villanueva de la Serena.