Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 28 may 2015 / 01:28 h.
  • El Sevilla levanta la cuarta Europa League. / Javier Santos
  • Que nadie te la quite nunca...
    Amor verdadero, rezaba esta pancarta de la afición del Sevilla. / Efe
  • Que nadie te la quite nunca...
    Bacca celebra uno de sus goles ante el delirio de la afición. / Efe
  • Que nadie te la quite nunca...
    Krychowiak, uno de los protagonistas de la final, ayuda a bajar al césped a su novia. / Efe
  • Que nadie te la quite nunca...
    Aficionados del Sevilla con el espectacular Estadio Nacional al fondo. / Efe

La historia dice que en esta última década hemos visto más títulos para el Sevilla que en más de cien años. No sólo nosotros, también un contiente como el europeo que fue testigo de cómo este equipo se ha convertido en el que más veces levantó este trofeo. Un privilegio y una suerte que igual alguno que de los que se sentaba ayer en la grada del Estadio Nacional de Varsovia aún no valora lo suficiente. Nada más lejos de la realidad; lo que ha hecho este Sevilla y el mérito que tiene lo veremos como merece dentro de unos años. A día de hoy, y en medio de esta nube, entiendo que sea fácil perder la perspectiva. Porque después de tanto tiempo este Sevilla sigue creciendo y porque ha vuelto a demostrar que no hay quien lo pare. Varsovia fue rojiblanca, como lo fueron Eindhoven, Glasgow y Turín anteriormente. Ayer, la calle Franzusca más que una calle del centro de la capital de Polonia parecía cualquiera de las que cruzan Nervión. Nada más entrar por ella, un autobús descapotable que hacía las veces de escenario delimitaba la zona reservada para el sevillismo. La gente que pasaba por allí inmortalizaba el momento, aunque lo más curioso es que, al margen del sevillismo allí concentrado, los lugareños también captaban la instantánea. Y es que no me imagino yo a ninguno de ellos escuchando a una calle entera cantar por Siempre Así. Aunque todavía mejor fue escuchar a India Martínez haciendo de Arrebato interpretando el Himno del Centenario. Y eso que lo que sonó con fuerza fue el tema del momento y que la afición del Sevilla ha versionado: “Yo sin ti, Emery, no podría ser tan feliz... llévame a Varsovia”.

Otro que quiso poner su granito de arena para alentar a las masas fue Antoñito. Micrófono en mano, se acordó de Antonio Puerta y el sevillismo le siguió sin dudarlo. Pero la foto que más se repitió fue con el presidente de la entidad. Algunos le decían que querían escucharle afónico anoche. Para mí que ya lo estaba antes de llegar. Como miles de sevillistas a los que incluso resultaba fácil diferenciar por el rojo intenso de la grada con ese bufandeo único.