El Sevilla ya está en Vilna (Lituania), donde este jueves debe afrontar la vuelta de la última ronda de clasificación de la Europa League frente al Zalgiris Vilnius (1-0 en Nervión). Uno de los detalles a tener en cuenta es que el partido (19.00 horas) se jugará en césped artificial, superficie que influye en el desarrollo del juego pero no hasta el punto de discutir el favoritismo del conjunto de Pablo Machín. «No estamos habituados al césped artificial, pero no debe ser un problema. Hemos hecho el último entrenamiento allí en Sevilla en artificial y no debe suponer algo grave. Puede afectar sobre todo a la hora del bote y el control», explica desde tierras lituanas Sergio Gómez, quien añade que «sabemos lo importante que es este partido y que el resultado de la ida no fue abultado. No va a ser fácil, pero venimos con ganas y preparados para conseguirlo».
La cita le llega al Sevilla tras perder ante el Barça en la Supercopa de España, aunque la atención es sólo ya para la cita europea. «Todo gol fuera de casa es importante y más en una eliminatoria como ésta. Sabemos que hay que ir a por todas y si podemos hacer un gol pronto, mejor. Si pasamos sabemos que puede ser un año con muchos partidos, pero el equipo se ha reforzado para poder estar fresco cada tres o cuatro días», añadía el central catalán.
