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Actualizado: 13 ene 2017 / 14:55 h.
  • Sergio Ramos hace un gesto a la grada de Gol Norte tras anotar el segundo gol del Madrid en el partido. / Manuel Gómez
    Sergio Ramos hace un gesto a la grada de Gol Norte tras anotar el segundo gol del Madrid en el partido. / Manuel Gómez

Sergio Ramos se convirtió de nuevo en el protagonista de la visita del Real Madrid a Nervión. El recibimiento del público en la previa del duelo y la celebración tras el gol anotado a lo panenka desde el punto de penalti, encendieron a la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán, a la que el camero respondió con una mirada desafiante y algún gesto que molestó sobremanera a la hinchada sevillista.

El capitán del Real Madrid quiso dar su versión al término del partido en la zona mixta del coliseo nervionense: «No me he calentado en ningún momento. Se hablará mucho de la celebración. He pedido perdón porque no me sale celebrar un gol en este estadio, no a todos, a los que se acuerdan de mi madre desde que empieza el partido no, obviamente. El sevillismo merece respeto, pero los que se acuerdan de mi madre el mío no lo tienen. El presidente del Sevilla debe tomar medidas. Me debo a mi equipo y hablo en el campo, cada vez que marque en Sevilla no tengo que ser noticia. El día que me entierren será con una bandera del Sevilla y otra del Madrid. Habrá quien no lo entienda, pero eso no va a cambiar. Me he disculpado con Soria, el chaval no tiene culpa de nada y así se lo he dicho. Me gustaría que me recibieran de otra manera pero no es la primera vez que vengo aquí y pasa, eso no va a cambiar».

La relación entre Sergio Ramos y la afición del Sevilla se rompió el día en el que el canterano puso rumbo a Chamartín. La polémica surgida tras su venta al conjunto blanco, su enfrentamiento con Del Nido y algún que otro desecuentro con la grada del Sánchez-Pizjuán en las visitas de los madrileños al estadio que le vio nacer como futbolista profesional, han truncado, definitivamente en odio, la relación entre Sergio Ramos y la afición del equipo que dice ocupar su corazón desde niño.