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Actualizado: 05 dic 2016 / 20:47 h.
  • Sin bandera en Francia
    Sergio Ramos pelea un balón en Lille en la UEFA 2004/05. / Efe
  • Sin bandera en Francia
    Martín Cáceres, Zokora y Romaric se lamentan tras uno de los goles del PSG en la derrota del Sevilla en París en la Europa League 2009/10. / Efe

Alemania, Italia, Holanda, Portugal, Rusia, Grecia, Escocia, Bélgica, Suiza, Ucrania, República Checa, Croacia, Rumanía, Polonia, Montenegro, Mónaco... El Sevilla ha clavado su bandera blanca y roja en casi todos los rincones de Europa, en muchas ocasiones a lo grande, en más de una final, por ejemplo. Sin embargo, aún quedan varios rincones de los que no pudo salir sonriente el conjunto andaluz. Y uno de ellos es Francia, donde este miércoles el equipo entrenado por Jorge Sampaoli se las verá con el Olympique de Lyon por un puesto en los octavos de final de la Champions.

Después de unas primeras cinco jornadas de nota alta –una sola derrota y 10 puntos sumados–, el Sevilla se la tiene que jugar en el último partido, en un cara o cruz determinado por la debilidad del colista del grupo H, el Dinamo de Zagreb, aunque los nervionenses parten con ventaja: les vale ganar, empatar e incluso perder por un gol de diferencia ante el Lyon (7 puntos). Mucho tendrán que apretar los dientes los de Sampaoli para contrarrestar el buen momento del Olympique y ese mal fario que persigue al Sevilla en Francia, donde ha jugado tres veces y siempre cayó: 1-0 en Lille, tanto en la Copa de la UEFA 2004/05 como en la edición 2005/6 –en esa ocasión el equipo hispalense remontaría en Nervión y acabaría ganando el torneo–, y 4-2 en París ante el Paris Saint Germain en la Europa League 2009/10, en la fase de grupos de la competición. Eso sí, ninguna de esas tres derrotas fue determinante en sentido negativo, ya que en 2004 el Sevilla de Caparrós acudía ya clasificaco a Lille, en 2006 remontó en el Sánchez-Pizjuán (2-0) y en 2009 acabaría pasando a los dieciseisavos de final. Perder y obtener es una circunstancia que perfectamente se puede dar mañana también.

Las cinco jornadas anteriores y las reglas de desempate de la UEFA han querido que el partido en el Parc Olympique Lyonnais sea como si de un partido de vuelta en una eliminatoria se tratase. El Sevilla venció a los franceses en Nervión por 1-0 (Ben Yedder) y es por eso por lo que le vale caer por esa diferencia –el goalaverage general en el grupo también se lo gana al Lyon–, aunque no son pocos los que se acuerdan de las muchas ocasiones de gol desperdiciadas en aquel partido, incluido un penalti errado por Vietto. Echando la vista atrás, el equipo nervionense lleva tres temporadas seguidas ganando todas sus eliminatorias europeas, conquistando merced a ello tres Europa Leagues consecutivas. Pero sus partidos como foráneo en la Liga de Campeones dicen que al Sevilla le cuesta vencer allende las fronteras españolas: en las últimas dos ediciones sólo un triunfo –0-1 ante el Dinamo de Zagreb hace mes y medio–.

Con Juanma Lillo al mando

El Sevilla, además, no podrá estar dirigido por Jorge Sampaoli, sancionado tras su expulsión frente a la Juve. El argentino vio el final de aquel encuentro en la grada, algo que puede originar un castigo mayor por parte de la UEFA. Sampaoli no lo sabía y por eso el Sevilla espera que el organismo europeo no amplíe la sanción. Todavía la UEFA no ha resuelto en ningún sentido.