La magia, la solidaridad y la imaginación se han convertido en buenas compañeras en unos días en los que pasamos más tiempo del que quisiéramos entre las cuatro paredes de nuestro hogar.
Aplausos desde balcones y ventanas para homenajear a los sanitarios; costureras que tejen mascarillas en casa; padres y madres que buscan la mejor manera de encontrar ocio para sus hijos. Y entre medio se cuela un niño de Herrera, Marcos, que improvisa un concierto de violín para tocar el himno del Sevilla Fútbol Club.