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Actualizado: 01 ago 2015 / 11:38 h.
  • Veinte años de una metamorfosis
    Una marea de sevillistas tomó las calles de Sevilla para manifestarse contra el descenso. / Archivo
  • Veinte años de una metamorfosis
    Cientos de sevillistas tomaron la Puerta Jerez. / Archivo
  • Veinte años de una metamorfosis
    La plantilla del Sevilla se concentró junto al estadio. / Archivo
  • Veinte años de una metamorfosis
    El vicepresidente, José María del Nido, y el presidente, Luis Cuervas. / Archivo
  • Veinte años de una metamorfosis
    El presidente del Celta de Vigo, Horacio Gómez, celebró la permanencia con José María del Nido. / Archivo

El 1 de agosto es una fecha que difícilmente olvidará cualquier sevillista nacido antes de la década de los 90. Tal día como hoy pero en 1995, un error administrativo dejaba al Sevilla a las puertas del abismo de la Segunda División B.

La Liga de Fútbol Profesional no había recibido antes del 31 de julio el aval presupuestario de las cuentas de la entidad que por aquel entonces presidía Luis Cuervas ni tampoco el del Celta de Vigo. Ambos equipos se veían abocados a abandonar el fútbol profesional ante la negativa de la LFP de inscribirlos en sus competiciones.

Sin embargo, los sevillistas tomaron las riendas de la situación y pese al calor se echaron a la calle en una manifestación sin precedentes para pedir que salvaran a su equipo. Más de 25.000 personas tomaron las calles de la ciudad para gritar al mundo que el Sevilla Fútbol Club era de Primera División como hace 2 meses y 4 días gritaban al cielo de Varsovia que su equipo era campeón de la Europa League por cuarta vez, el que más de la historia.

Muchos de los fieles del hoy tetracampeón no conocían la plata en 1995. La gran mayoría de ellos lo máximo que habían visto era una semifinal de la Copa del Rey y el motivo para ir a la Puerta Jerez era celebrar una mera clasificación para la Copa de la UEFA. Sin embargo apretaron los dientes para defender a su Sevilla, un club por el que se dejaban el alma cada fin de semana en el Sánchez-Pizjuán.

El sevillismo protestó contra lo que veía como una injusticia. Algunos hinchas hasta dejaron de comer y 16 días después respiraron aliviados cuando el nuevo presidente de la entidad, José María del Nido, celebraba en la sede de la LFP que habían conseguido salvar al Sevilla del infierno.

El 16 de agosto de 1995 la entonces sufridora grada de Nervión lloró de alegría por primera vez en mucho tiempo, como 20 años después lloró en las entrañas del Juventus Stadium de Turín o en el Nacional de Varsovia al tocar la gloria futbolística. El 1 de agosto el Sevilla tocó fondo, aprendió la lección y acabó resurgiendo de sus cenizas. Cómo ha cambiado la historia para un mismo sentimiento...