Actualizado: 21 jun 2017 / 21:47
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La dificultad es obvia por la rapidez de los cambios, pero el sector turístico deber renovarse para no morir. En eso hay consenso. Pero, ¿se está renovando? ¿A qué velocidad? ¿Está el empresario concienciado del cambio de negocio que impera? A la hora de responder a estas preguntas, en cambio, no hay acuerdo. En la mesa redonda celebrada ayer en el hotel NH Convenciones de Sevilla en el marco de los Encuentros de El Correo La Digitalización en el sector turístico se puso de relieve, sobre todo, al debatir sobre si los hoteles se han transformado lo suficiente para adaptarse a las nuevas demandas.
Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, defendió que el sector hotelero es «puntero» y que su tecnología incluso se ha extendido por el mundo. Sin embargo, José Antonio Gutiérrez, socio directivo de la plataforma digital Inserta Group, abogó por que los hoteleros «cambien de mentalidad para fidelizar».
Una fidelización que, para Juan Félix Beteta, jefe de Desarrollo Comercial de Negocios Digitales de Telefónica España, «no existe», puesto que en el turista ya no hay ningún «acto de fe». «Lo que hay que intentar provocar es cierta recurrencia, que el viajero repita. Pero clientes fieles en el mundo digital ya no existen», sentenció en su intervención, titulada ¿Qué quieres que cuente tu ‘marca’ sobre tu destino turístico?
Volviendo al debate, Cornax defendió que la tecnología es una herramienta y abogó por «mantener la esencia», esto es, «que somos personas trabajando para personas», si bien sí estuvo de acuerdo en que las TIC facilitan la gestión del negocio. Pero, ¿qué pasa cuándo no se controlan las tecnologías? ¿Qué ocurre cuándo un influencer va a un apartamento turístico, ve una cucaracha, hace una foto y la difunde en las redes sociales? ¿Qué pasa si el dueño de ese apartamento se entera de todo cuando ya esa persona no está alojada allí? Pues que necesita una herramienta o aplicación para que sus clientes le comuniquen al minuto la incidencia y, al instante, se solucione. Sólo así se podrían minimizar los graves perjuicios económicos que conllevaría esa cucaracha. Eso explicó José Antonio Gutiérrez, quien avisó de que el que no se digitalice lo tendrá «complicado». Para Cornax, el hotelero tiene que ser un ser más activo y no ceder al «chantaje» producido por el «empoderamiento del cliente». «Hay gente con buena fe, pero otros son oportunistas que se sienten grandes y buscan una rebaja o vistas al mar», lamenta Cornax tras recordar el caso de los turistas británicos.
Miguel Llopis, gerente de Negocios de Administración Pública de Synergic P., apuntó que la seguridad es un desafío en el mundo digital, al igual que la protección de la privacidad, así como que lo realmente costoso es tener un buen posicionamiento en internet. Para José Luis Córdoba, responsable de Andalucía Lab, los «pequeños» están perdiendo la batalla y, al tratar el ámbito digital, «también hay que hablar de una «cultura del trabajo».
Así, el futuro ya llegó con llaves de habitación de hotel que se descargan en el móvil, con apps para enviar el DNI sin tener que escanearlo en la recepción del hotel o con aplicaciones que le avisan de si en ese museo o monumento hay mucha cola. Sí la hay, el mismo móvil le dará otras opciones, como visitar comercios con campañas de descuentos en esa ciudad. Las posibilidades de negocio que se abren son infinitas.
La dificultad es obvia por la rapidez de los cambios, pero el sector turístico deber renovarse para no morir. En eso hay consenso. Pero, ¿se está renovando? ¿A qué velocidad? ¿Está el empresario concienciado del cambio de negocio que impera? A la hora de responder a estas preguntas, en cambio, no hay acuerdo. En la mesa redonda celebrada ayer en el hotel NH Convenciones de Sevilla en el marco de los Encuentros de El Correo La Digitalización en el sector turístico se puso de relieve, sobre todo, al debatir sobre si los hoteles se han transformado lo suficiente para adaptarse a las nuevas demandas.
Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, defendió que el sector hotelero es «puntero» y que su tecnología incluso se ha extendido por el mundo. Sin embargo, José Antonio Gutiérrez, socio directivo de la plataforma digital Inserta Group, abogó por que los hoteleros «cambien de mentalidad para fidelizar».
Una fidelización que, para Juan Félix Beteta, jefe de Desarrollo Comercial de Negocios Digitales de Telefónica España, «no existe», puesto que en el turista ya no hay ningún «acto de fe». «Lo que hay que intentar provocar es cierta recurrencia, que el viajero repita. Pero clientes fieles en el mundo digital ya no existen», sentenció en su intervención, titulada ¿Qué quieres que cuente tu ‘marca’ sobre tu destino turístico?
Volviendo al debate, Cornax defendió que la tecnología es una herramienta y abogó por «mantener la esencia», esto es, «que somos personas trabajando para personas», si bien sí estuvo de acuerdo en que las TIC facilitan la gestión del negocio. Pero, ¿qué pasa cuándo no se controlan las tecnologías? ¿Qué ocurre cuándo un influencer va a un apartamento turístico, ve una cucaracha, hace una foto y la difunde en las redes sociales? ¿Qué pasa si el dueño de ese apartamento se entera de todo cuando ya esa persona no está alojada allí? Pues que necesita una herramienta o aplicación para que sus clientes le comuniquen al minuto la incidencia y, al instante, se solucione. Sólo así se podrían minimizar los graves perjuicios económicos que conllevaría esa cucaracha. Eso explicó José Antonio Gutiérrez, quien avisó de que el que no se digitalice lo tendrá «complicado». Para Cornax, el hotelero tiene que ser un ser más activo y no ceder al «chantaje» producido por el «empoderamiento del cliente». «Hay gente con buena fe, pero otros son oportunistas que se sienten grandes y buscan una rebaja o vistas al mar», lamenta Cornax tras recordar el caso de los turistas británicos.
Miguel Llopis, gerente de Negocios de Administración Pública de Synergic P., apuntó que la seguridad es un desafío en el mundo digital, al igual que la protección de la privacidad, así como que lo realmente costoso es tener un buen posicionamiento en internet. Para José Luis Córdoba, responsable de Andalucía Lab, los «pequeños» están perdiendo la batalla y, al tratar el ámbito digital, «también hay que hablar de una «cultura del trabajo».
Así, el futuro ya llegó con llaves de habitación de hotel que se descargan en el móvil, con apps para enviar el DNI sin tener que escanearlo en la recepción del hotel o con aplicaciones que le avisan de si en ese museo o monumento hay mucha cola. Sí la hay, el mismo móvil le dará otras opciones, como visitar comercios con campañas de descuentos en esa ciudad. Las posibilidades de negocio que se abren son infinitas.
