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Actualizado: 10 jun 2017 / 20:02 h.
  • Carlos Violadé, socio cofundador de La Balanza Producciones, en su sede en el centro de Sevilla. / Manuel Gómez
    Carlos Violadé, socio cofundador de La Balanza Producciones, en su sede en el centro de Sevilla. / Manuel Gómez

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{¿Cuándo y cómo nació La Balanza Producciones?

—En 2006. Fue a iniciativa de mi socio, Julio Vergne Martín, y mía para autoproducir obras audiovisuales.

—Pero usted es arquitecto.

—Sí, pero desde que empecé la carrera me interesó el mundo audiovisual y por eso me uní a mi socio, que lleva muchos años trabajando en cine. Entre los dos fundamos la empresa. Empezamos haciendo un cortometraje. Nuestra idea es hacer pocas obras pero con la máxima calidad posible, primando el valor de la producción. Hasta ahora, todos nuestros trabajos han tenido mucha repercusión gracias a los premios internacionales recibidos y a las buenas críticas.

—¿En qué proyectos están inmersos y cuál mostraron en Cannes?

—Por ahora hemos hecho cuatro cortos, un largo documental, preparamos otro cortometraje que rodamos en septiembre y estamos desarrollando mi primer largometraje, por eso fuimos recientemente de la mano de Extenda, al mercado de Cannes, para buscar financiación. Estamos haciendo una película sobre la primera misión tripulada a Marte y se brinda a la coproducción internacional. De hecho, la estamos desarrollando junto con Alemania y Canadá.

—¿Por qué se lanzó a hacer su primer largometraje de ficción?

—Con el último cortometraje, No tiene gracia, ganamos el Festival de Nueva York, el premio al mejor cortometraje fantástico de Estrasburgo, el Iberoamericano de Huelva, el Festival de Sevilla. Y el premio más sonoro fue el de Palm Springs, el más prestigioso de Estados Unidos. A través de ese galardón el instituto Sundace, fundado por Robert Redford, me invitó a que enviara un guión de un largometraje para participar en su laboratorio de guiones. Ese fue el nacimiento del largometraje, la motivación que me impulsó a escribir la primera versión del guión.

—Con No tiene gracia demostraron que para triunfar no hay que grabar en inglés.

—Sí. Nos sorprendió que un cortometraje en castellano y con subtítulos en inglés obtuviera tantos premios internacionales. Incluso nos han dado premios en varias categorías: mejor drama, mejor comedia, mejor corto de cine fantástico... Tuve la suerte de poder trabajar con uno de los mejores equipos técnicos que hay en este país.

—¿Cuántas personas pueden trabajar en una producción?

—Podemos llegar a contratar hasta a 40 o 45 personas entre actores, técnicos... y colaboramos con empresas del sector como La Guadaña, Cinelumen, La Abuela Produce, Arte Sonora o La Zanfoña Producciones, que hacen cine de calidad en Andalucía.

—¿Ha sido difícil salir fuera de España?

—Gracias a la ayuda de la Junta de Andalucía para el desarrollo de largometrajes hemos podido ir a festivales importantes como Berlín, Toronto o Cannes e incluso al mercado de financiación de Londres. Extenda seleccionó nuestro proyecto para participar en ellos. Al ser una película que necesita actores de diferentes países, salió de una forma natural. De hecho, buscamos antes financiación internacional que nacional y afianzamos contratos con empresas importantes de Alemania y Canadá. Al tratarse de una película de astronautas estuve en las instalaciones de la NASA y la ESA, porque el proceso de investigación ha sido muy importante

—¿Qué financiación requiere el proyecto?

—Unos seis millones de euros sólo para la producción del largometraje. Si los actores son reconocidos, el presupuesto aumenta, pero también las expectativas de negocio de productores, distribuidoras y televisiones.

—¿Cuándo se rueda?

Nos gustaría poder empezar el rodaje a finales del año que viene y estrenar en 2019.

—¿Se nota la recuperación económica en el sector?

—El cine está demostrando que es un negocio en España. Y se demuestra con las películas que se hacen en Andalucía y con lo que deja en otros sectores, como el de servicios. La isla mínima o el rodaje de la serie de La peste de Alberto Rodríguez y otras muchas películas están demostrando que el cine es un sector económico importante, que puede generar muchos ingresos. Eso, poco a poco, es importante que se reconozca. Es un negocio que puede ser muy próspero, como así lo han entendido en Estados Unidos, Inglaterra, Francia o Alemania. El cine puede generar mucho dinero, así que hay que hacer películas para que la vea la gente y para que produzca empleo y riqueza. En dos o tres meses de rodaje se requieren desplazamientos, alojamientos en hoteles, comidas... y es una forma de exportar los valores de nuestra cultura. Cada día, además, es mayor el interés por visitar los lugares donde se han rodado ciertas películas o series. Genera negocio a largo plazo, por eso es fundamental que se potencie el valor del cine para que esta actividad siga creciendo.

—¿Qué falta en Sevilla para que surjan más empresas como la vuestra?

En Sevilla hay empresas muy consolidadas, son las que abrieron el surco. El cine Andaluz es rentable y posible. Hay un gran talento en esta tierra y muchas empresas están desarrollando una industria cinematográfica de gran calidad y reconocida ya en España y fuera del país. Estamos en primera línea. Lo que tenemos que hacer es creérnoslo y que la sociedad siga apoyando a esta industria que beneficia a todos. Los directores españoles, por ejemplo, están muy bien valorados en el extranjero. Hay que seguir trabajando para que el cine siga prosperando. ~