El sistema de las pensiones está en cuestión, la hucha se está vaciando, la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa su reforma y, un día antes de que se conozca si España será sancionada por incumplir el objetivo del déficit, los datos siguen siendo negativos. La Seguridad Social destinó en julio la cifra récord de 8.514,9 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 3,09 por ciento más que en el mismo mes de 2015, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
El gasto global del conjunto de pensiones llegó a superar el ocho por ciento interanual en la antesala de la crisis (2008). Así, tras 14 meses consecutivos subiendo a tasas interanuales inferiores al tres por ciento, ya son tres los meses consecutivos en los que se ha vuelto a superar esta cifra.
Además, vuelve a ponerse de manifiesto el problema de estructura demográfica del país porque el número de pensiones avanzó en julio un 1,18 por ciento frente a julio de 2015, hasta alcanzar las 9.417.724 prestaciones, lo que supone también otra cifra récord. Aunque la tasa de crecimiento interanual de julio es de las más bajas en la serie histórica de la última década, se ha acelerado respecto a la de meses anteriores. Hay que remontarse a marzo de 2015 para encontrar un avance interanual superior (+1,21 por ciento), según los últimos datos.
Y otra cifra preocupante: la pensión media de jubilación se situó al inicio del presente mes en 1.043,48 euros mensuales, un 2,1 por ciento más que en ese mes de 2015, mientras que los salarios, que son los encargados de alimentar el sistema de pensiones, sólo crecen al uno por ciento, lo que explica el desequilibrio en las cuentas a pesar de que el número de cotizantes registró el pasado junio su mayor nivel desde 2010.
La pensión media, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), se situó en julio en 904,14 euros mensuales, lo que supone un aumento interanual del 1,88 por ciento.
Y todos estos datos se publican cuando el futuro de las pensiones en España protagoniza el debate político y social, sobre todo teniendo en cuenta que el Gobierno retiró a primeros de mes 8.700 millones del Fondo de Reserva (más otros 1.000 millones después), con lo que a la llamada hucha de las pensiones sólo le queda para abonar la paga extraordinaria de diciembre y dos más en 2017.
Además, la paralización política está retrasando la adopción de medidas y la convocatoria del Pacto de Toledo para abordar el problema desde todos los frentes en busca de soluciones, tanto a corto, como a largo plazo.
Por ahora, lo más importante es cerrar la brecha que hay entre el gasto, que asciende a 115.500 millones, y la recaudación, con una previsión de 100.500 millones, para lo que se baraja la posibilidad de crear un impuesto como ha propuesto el PSOE o sacar las pensiones de viudedad y orfandad de la Seguridad Social.
El futuro Gobierno central, con los colores que tenga, tendrá que poner sobre la mesa el profundo problema demográfico que tiene España, con 2,5 millones de ciudadanos mayores de 80 años.
Con todo, la Seguridad Social registró un saldo positivo de 2.185,05 millones de euros hasta el 30 de junio de 2016 (el 0,19 por ciento del PIB), inferior a los 2.738,08 millones del mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos de ejecución del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.