Aunque el paisaje de los campos andaluces pasa en estos días por grandes mantos amarillos, la campaña del girasol en Andalucía se ha visto afectada por la inestabilidad meteorológica vivida la pasada primavera, que ha hecho que algunas variedades tempranas se hayan secado antes de la recogida, mientras que se mantienen en buen estado las plantadas «en las fechas de siempre», el pasado abril.
Esto es, en esencia, que algunos agricultores plantaron las semillas pensando que el calor de la primavera-verano les podía afectar en demasía, pero al final son esas variedades, las tempranas, las que más han sufrido para llegar a la época «normal» de la recogida.
Así lo detalla el responsable de herbáceos de COAG en Andalucía, Ramón García, quien indica que la recogida comenzará en un mes aproximadamente, pero «la fecha exacta no se sabe, ya que está en función de las distintas variedades sembradas». A pesar de que algunos agricultores quisieron «huir» de los golpes de calor del año pasado sembrando antes, «pero se ha mostrado que el campo no es matemáticas».
García señala que «se ha sembrado en varias etapas, porque tuvimos un marzo lluvioso y algunos agricultores querían huir del posible calor del año pasado en junio y julio, con lo que ha habido agricultores que, basándose en la experiencia de la zona de Cádiz, sembraron pipas en enero y febrero, pero nadie se esperaba unos meses de tanta lluvia».
«Se ve en el campo que las variedades tempranas han tenido dificultades para nacer, han crecido de forma lenta, con problemas incluso de hierba que han hecho que haya habido que resembrar, incluso porque algunos herbicidas no han hecho efecto por culpa de la lluvia, de modo que, en algunos campos, aunque parezca que las plantaciones son espesas, hay tramos de varios metros sin plantas».
Con todo, señala que «las que mejor están respondiendo son las plantas sembradas como siempre, en su fecha, que coincidió con los días de tregua del mal tiempo en Semana Santa, y no tienen problemas de humedad en el suelo, además de que la raíz busca humedad incluso a dos metros de profundidad».