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Actualizado: 19 nov 2016 / 07:00 h.
  • España ya tiene su A400M
    Imagen del MSN44, el primer avión que ya está en manos del Ejército del Aire español. / Airbus DS
  • España ya tiene su A400M

Ya es oficial. El primero de los 27 encargos de aviones de transporte militar A400M realizados por el Gobierno español a Airbus ya está en manos del Ejército del Aire. Al menos sobre el papel. El pasado miércoles se firmó el documento que oficializa el cambio de titularidad, aunque este aparato, denominado MSN44 y que corresponde con el número 34 de producción que sale de la línea de ensamblaje final (FAL) de San Pablo, aún tardará unos días en emprender el vuelo desde Sevilla con destino a la base militar aérea de Zaragoza, donde estará radicada la flota española de A400M.

Según informó ayer Airbus Defence and Space, representantes del Ejército del Aire y del Ministerio de Defensa aceptaron formalmente el aparato durante una breve ceremonia celebrada en San Pablo no abierta a los trabajadores –que se hicieron una foto de familia el miércoles– ni a los medios de comunicación. Sin embargo, fuentes consultadas del Ejército del Aire confiaron en celebrar un acto público para festejar el hito de la entrega, si bien precisaron que aún no hay confirmación oficial, ni fecha estimada y tampoco quisieron comentar si el Rey asistirá a esta puesta de largo, dado el apoyo de la Casa Real a la industria aeronáutica y a este avión en particular.

Anatomía
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Según el acuerdo firmado entre las partes el pasado mes de septiembre tras un largo proceso de negociación, Airbus entregará a España un total de catorce aviones «a un ritmo constante» desde este año hasta 2022, mientras que los trece restantes hasta sumar el compromiso de 27 pedidos están programados para su entrega desde el año 2025 en adelante, con un parón de dos años, por tanto.

El Ministerio de Defensa ya había revisado las necesidades de renovación de la flota del país, que se habían visto condicionadas en buena medida por las restricciones presupuestarias. En esta línea, había manifestado su intención de conservar catorce de estos aparatos y vender los trece restantes a terceros países. En la visita el pasado junio del entonces ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, dejó entrever que no reclamaría compensaciones a Airbus por las demoras en las entregas y los últimos fallos detectados.


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En una carta fechada el pasado miércoles, el responsable de Aviones Militares de Airbus Defence and Space, Fernando Alonso, hacía partícipe de este logro al personal implicado en el proyecto, una misiva en la que destaca que España –una de las siete naciones lanzadoras del programa– recibe su primer encargo tres años después de que el fabricante europeo entregara el primer A400M a Francia, en un multitudinario acto que se escenificó el 30 de septiembre de 2013 y que contó con la presencia del Príncipe Felipe.

Alonso, que destacó el paso tan relevante que supone esta incorporación a la flota nacional para la historia de la aeronáutica española, puso en valor que se trata del avión «más complejo» que se ha producido en España y que será el transporte aéreo más avanzado para el futuro. «Hoy es el principio de la necesaria transformación de la flota del Ejército del Aire español durante los próximos años», un proceso de modernización en el que Alonso señala que Airbus jugará un papel de «suministrador principal, no solo con el A400M», especifica.

«No necesito recordaros los muchos desafíos que aún enfrenta el A400M» –dijo– aunque señaló que es un momento para la celebración y les instó a sentirse orgullosos de formar parte de este proyecto. Este hito, reseñó, constituye «otro importante paso en la recuperación del programa A400M». «Día a día estamos reconduciendo el programa gracias a vuestros esfuerzos. Es un trabajo duro, pero hoy es un día en el que incuestionablemente tenemos algo que celebrar».

El avión, que se incorpora a la Fuerza Aérea Española y que llega con varios retrasos sobre la fecha inicialmente prevista, convierte a España en el sexto país en poner en servicio esta aeronave ensamblada por Airbus Defence and Space en Sevilla y lo hace incorporando las últimas capacidades tácticas disponibles. Como destaca Fernando Alonso, además de incrementar la cifra de entregas en lo que va de año, las últimas recepciones –desde antes del verano– conllevan la mejora de las capacidades técnicas que ofrecen los aviones, una de las continuas exigencias de las naciones clientes que ya operan este avión y que lo tienen desplegado en distintas misiones internacionales.

Así, según detallan fuentes de Airbus DS, hasta antes del pasado verano los A400M entregados contaban básicamente con la capacidad de transporte, si bien desde entonces se han ido agregando capacidades tácticas y de defensa. Es lo que ha ocurrido con el primer avión español, que incorpora un estándar táctico que le permite operar en entornos más complejos. De esta manera, cuenta con la capacidad de aterrizar en pistas no preparadas, con el lanzamiento de paracaidistas desde la puerta lateral (actualmente permite la salida de 30, aunque próximamente se ampliará a 40 y luego a 58 paracaidistas), un sistema de autodefensa en caso de ataque, la capacidad de lanzamiento de carga por gravedad de hasta 8 toneladas, un kit de autoprotección de la cabina, así como la capacidad de repostaje en vuelo, tanto para recibir combustible procedente de un A330MRTT (cisterna) como de suministrarlo él a otros a través de dos mangueras incorporadas en cada extremo de las alas (donde se halla el depósito de combustible). Lo que no podrá hacer por ahora –tampoco lo necesita hasta que se sumen más pedidos de los 27– es reabastecer a otros A400M, un procedimiento actualmente en pruebas y que está a la espera de ser certificado.

Con esta conformidad, Airbus suma ya 13 aparatos entregados en lo que va de año. Sin embargo, confía en intensificar el ritmo de salida de aviones de aquí a final de año, puesto que los que están pendientes de entrega se encuentran en el proceso previo a la rúbrica de conformidad o en las últimas fases, en un número que el constructor no quiere concretar. Está por ver si podrá alcanzar el objetivo inicialmente marcado de 20 unidades.

Un programa, el del avión de transporte militar A400M, en el que participan 1.100 trabajadores directos de Airbus entre las factorías de San Pablo y de Tablada, si bien, si se suma el personal implicado del resto de plantas españolas (Getafe y Centro Bahía de Cádiz, en El Puerto de Santa María), la cifra asciende hasta las 1.600 personas implicadas en el mismo.

El papel de Sevilla en su desarrollo es incuestionable. Además de albergar la línea de ensamblaje final (FAL en sus siglas en inglés), cuenta con el centro de ensayos en vuelo, el centro de entregas y el centro de entrenamiento de tripulaciones y personal de tierra.

Su futuro, no obstante, depende del éxito de la campaña de exportación, esto es, de la capacidad que tenga Airbus de vender aviones A400M a otros países ajenos al programa. Interés hay, insisten, pero concreción poca. Indonesia ha sido el último, anunciando la compra de una pequeña flota, pero el anuncio lo hizo el pasado mes de mayo y aún no hay noticias ni firma a la vista.