Apenas unos días después del cierre, el pasado 30 de junio, de la campaña de la Renta correspondiente a 2015, la Agencia Tributaria ha publicado esta semana cómo es la radiografía de los declarantes que rindieron cuentas con el Fisco en el ejercicio anterior, 2014. La comparativa de cuántos y qué rentas declararon los andaluces en la anterior campaña respecto a lo que ocurrió justo al comienzo de la crisis económica, allá por 2008, arroja un primer titular. Y es que la coyuntura adversa también ha pasado factura a las rentas más altas declaradas en Andalucía, que han mermado casi un tercio –un 29,2 por ciento– en este periodo, considerando rentas altas a aquéllas que sobrepasan los 60.000 euros anuales.
De esta manera, en la comunidad andaluza se presentaron el año pasado un total de 3.243.402 declaraciones –el 15,5 por ciento del total nacional– que resultaron favorables para el declarante, con una media de 221,37 euros a devolver, con un rendimiento de 16.014,82 euros. Hace seis años, el resultado medio de la declaración era de 351,64 euros en favor del contribuyente, que declaraba un rendimiento neto de 16.896,63 euros, un 5 por ciento superior.
Entrando al detalle de estas liquidaciones, en 2014 se contabilizaron 61.541 andaluces que declararon rentas superiores a los 60.000 euros, frente a los 86.901 que lo hicieron en la Campaña de 2008. Se trata de un porcentaje residual, que representa el 1,9 por ciento de las declaraciones presentadas; un pequeño grupo en el que, además, se encuentra un puñado de personas –263 andaluces, en concreto– que confesaron unas retribuciones dinerarias por encima de los 600.000 euros. Sin embargo, también en la cúspide de esta pirámide se reflejaron los efectos de un sexenio de crisis, de modo que en 2008 se contaban 629 declarantes con las rentas más elevadas. Son ahora un 58 por ciento menos que entonces. Además, otros 4.352 sitúan sus ingresos entre los 150.000 y los 600.000 euros.
La mayoría de andaluces se encuentra muy alejado de esa cima. Para empezar, no todos están obligados a presentar declaración de la Renta. Hay exenciones, como aquellas personas que perciban salarios inferiores a los 22.000 euros brutos anuales si proceden de un pagador, límite que en algunos supuestos se rebaja hasta los 12.000 euros, si hay más de un pagador que supera los 1.500 euros al año. Aunque es posible presentarla si la persona tiene derecho a devolución, aunque no tenga obligación de hacerla.