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Actualizado: 10 abr 2018 / 19:13 h.
  • Arturo Coloma, presidente de Detea, en su sede. / Manuel Gómez
    Arturo Coloma, presidente de Detea, en su sede. / Manuel Gómez

Pocas firmas pueden contarlo y Detea es una de ellas. Superó un concurso de acreedores en 2015 y ha presentado unos resultados de 2017 y unas previsiones para el presente año que constatan una evolución positiva en contratación y volumen de negocio, «reduciéndose progresivamente el apalancamiento y mejorando la solvencia». En resumen: «No hay grandes noticias, pero las cosas van bien».

Eso es lo que defiende su presidente, Arturo Coloma, quien asegura que «se animó en exceso al sector a salir fuera» y que en muchos casos fue «temerario». «La apuesta por la internacionalización no fue la solución a la crisis interna para muchas y ahora recogen velas casi todas», advirtió.

Para Coloma, se necesita «dimensión», poder aportar financiación y un socio local potente. Y para ejemplo, su propia experiencia: «Estuvimos en Perú y Colombia en 2010 y nos volvimos porque no teníamos avales suficientes para operar allí». Eso sí, reconoce que a las grandes les va bien fuera de España.

Coloma confirmó que no tiene en mente abrir nuevos mercados, aunque sí trabaja desde hace dos años para entrar en Portugal, donde están «ya preparados». La constructora ya cuenta con sucursal operativa y logró la certificación Alvará.

En cuanto a las cifras de Detea, la facturación en 2017 alcanzó los 11 millones de euros, tres menos de los previstos «porque los proyectos arrancaron más tarde». «Por el exceso de burocratización y el miedo» de los funcionarios a la hora de firmar las licencias, justificó. No obstante, en 2018 la cifra de negocio se estima en 21 millones de euros, «superior a lo previsto porque lo que no se hizo en 2017 se acumulará en 2018», según Coloma.

El objetivo para 2020 es alcanzar los 30 millones de facturación y 50 millones en 2022. Detea, que nació en 1988, logró una «punta» de más de 100 millones de euros en sus mejores años (2009-2010), si bien la media anual ronda los 50.

En cuanto a la plantilla, en 2016 estaba formada por 60 personas, 75 en 2017 y se prevén 200 trabajadores en 2022. A lo que hay que sumar el empleo indirecto, que duplica estas cifras.

La deuda financiera neta de Detea se cifró en 2017 en 3,7 millones y se prevé de 3,8 en 2018 y de «cero en 2022». «Este año no reducimos la deuda pero son cifras abordables porque tenemos dinero en caja», explicó el presidente de Detea, con un remanente de tesorería de 5,7 millones estimados para 2018 (7,3 millones en 2017).

El ebitda del pasado año fue del 6 por ciento sobre ventas, mientras que se prevé un punto más para 2018.

«Es mejor tener menos negocio, pero solvente, que mucho pero no solvente». «La dimensión a cualquier precio no es buena», defendió Coloma, quien explicó que el 80 por ciento de lo contratado es del sector privado y el resto, del público.

Detea tiene actualmente una cartera de obra adjudicada de 80 millones de euros por operación de obra civil y de edificación residencial y dotacional. De esta cifra, 32 millones de euros pertenecen a obras que ya están en curso. Además, acumula adjudicaciones desde 2016 por 34 millones, de los que 25 millones se llevaron a cabo en los últimos doce meses.

El 80 por ciento de los contratos de Detea son a precio cerrado, mientras que el resto son «promociones delegadas» o proyectos «llave en mano».

18 MILLONES PENDIENTES DE LOS EDIFICIOS ‘CHARLIES’

{Las reclamaciones interpuestas por Detea contra el Ayuntamiento de Sevilla por su incumplimiento en la entrega de los edificios llamados Charlies C-1 y C-3 de la Policía Local en la Cartuja ascienden a 18 millones de euros, si bien se encuentran actualmente pendientes de la resolución del Tribunal Supremo de los recursos de casación presentados por la empresa. Según el presidente de Detea, Arturo Coloma, ese dinero «fortalecería la empresa», si bien no se tienen en cuenta en sus presupuestos. Coloma aseguró que espera que durante este año por fin haya una resolución judicial definitiva.

PISOS EN RAMÓN Y CAJAL Y RONDA SUR DE MAIRENA

{Entre las obras que está desarrollando la constructora sevillana Detea están las 54 viviendas de Aedas Homes en Ramón y Cajal, una promoción junto a la gasolinera de esta avenida que estará acabada a final de año, según Arturo Coloma. «Va muy bien», concretó el presidente de Detea, quien también confirmó que la obra del bulevar de Mairena del Aljarafe acabará este verano, en julio o agosto, como se había previsto. «Estas obras también van bien», apostilló Coloma en alusión al proyecto de la Ronda Sur de Mairena, con un plazo de duración de 18 meses y una inversión de 6,2 millones de euros.