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Actualizado: 18 may 2016 / 23:39 h.
  • Vitolo levanta el trofeo de la Europa League rodeado por sus compañeros. / Efe
    Vitolo levanta el trofeo de la Europa League rodeado por sus compañeros. / Efe

Porque el Sevilla es pentacampeón de la Europa League, competición que ha conquistado de todas las maneras posibles: goleando al Middlesbrough, en los penaltis al Espanyol y al Benfica, remontando ante el Dnipro y este nuevo miércoles histórico para el fútbol andaluz sufriendo en la primera mitad frente al Liverpool y dándole un baño tras el descanso hasta terminar remontando el 1-0 con un 1-3 que ha servido para recordarle a Europa entera quién es el único y legítimo rey de la Europa League.

Fue un partido vibrante, con dos caras totalmente dispares. La primera, para el Liverpool. La segunda y definitiva, para el Sevilla. El encuentro empezó con un guión poco esperado por el Sevilla, que se vio dominando la pelota mientras el Liverpool esperaba agazapado. Una trampa que a Klopp le salió perfecta, pues Lallana y sobre todo Clyne encontraban muchos espacios por la banda de Escudero, que subía y le costaba al regresar. Así se plantó Firmino solo contra Carriço en el área. El brasileño recortó y el balón le dio en la mano al sevillista, pero Eriksson interpretó que fue involuntaria. Poco después, un pase de Lallana lo recogió Sturridge en el área, pero estaba escorado y Soria lo tapó bien y paró.

El Liverpool jugaba a otro ritmo con el balón, más eléctrico, más decidido, con más fuerza. Y sabía qué hacer en cuanto el Sevilla intentaba un ataque rápido con espacios: faltas, algunas muy duras. Los de Unai Emery basaron sus ataque es Banega, que dio un recital de regates y de protección del balón, pero sin llegar nunca a contactar con Gameiro. Tampoco lo hizo Vitolo, mientras Coke y Mariano pocas veces subieron por la derecha. La única que tuvo el equipo nervionense fue una chilena de Gameiro en segunda jugada tras un córner que salió rozando el poste derecho de Mignolet. Fue un espejismo.

De hecho, casi enseguida el Liverpool marcó. Lo hizo Sturridge de forma bellísima, con el exterior y al palo largo desde la esquina del área. Había despejado mal Escudero, hacia el centro y el inglés no perdonó. De ahí (35’) al descanso, el Sevilla quedó a merced de los reds. El gol descubrió al mejor Liverpool, que casi marca en varios acercamientos sin llegar a rematar y al que el colegiado, esta vez de forma clara, escamoteó un penalti por mano de Krychowiak dentro del área. El Sevilla no sabía dónde meterse. Bueno sí, en el vestuario a recomponerse en cuanto el sueco Erikson pitó el final de la primera mitad.

Pero la magia del fútbol, la pasión del Sevilla y el impulso de Unai Emery, ya sin duda alguna el mejor entrenador de la historia del Sevilla, regaló al sevillismo unos 45 minutos finales históricos. Nada más pitar Eriksson la reanudación, el Sevilla rugió y a los 20 segundos Gameiro ya había empatado la final. Le tuvo que dar las gracias a Mariano, que se puso la careta de Cafú para aprovechar el mal despeje de Alberto Moreno, hacerle un túnel ante el acoso también de otro rival, y pasar ya en el área al francés.

El empate desató a los nervionenses, hasta el punto de que pocos minutos después Gameiro estaba solo ante Mignolet, al que no batió porque se durmió en los laureles y Touré llegó a tiempo para taponar. Banega dijo que el balón era suyo, Krychowiak llegaba a todo antes que nadie, Vitolo despertó y Rami se multiplicó atrás hasta el punto de lesionarse y tener que ser sustituido. Con uno a uno aún, Gameiro falló otra clarísima solo ante Mignolet. El francés remató con la izquierda al centro tras peinar N’Zonzi. Pero la final tiene un nombre por encima del resto: Jorge Andújar. Coke. El vallecano le dio prácticamente el título al Sevilla marcando los dos goles finales. Primero al aprovecharse de un jugadón de Vitolo, que llegó hasta la frontal. El vallecano se anticipó y envió un tiro medido al palo largo de Mignolet.

El golpe al Liverpool fue definitivo. No levantaron cabeza los de Klopp en la media hora que restaba. El técnico alemán mandó a su defensa al centro del campo, arriesgando pero decidido a encerrar al Sevilla. El carácter de los de Nervión lo impidió. Cada vez que recuperaban trazaban contras diabólicas. Pero no fue así como el Sevilla sentenció el título. Lo hizo con un golpe de suerte, al aprovechar Coke un mal despeje de Alberto Moreno y así hacer legal su gol, pues estaba tan adelantado que se quedó solo ante Mignolet (el linier lo señaló, pero Eriksson supo de dónde venía el esférico). Mientras Unai daba más instrucciones a la hinchada sevillista (en minoría pero también superior a la del rival), pocos se atrevían a dar por muerto al Liverpool. En eso también es inteligente el Sevilla, que supo aguantar hasta el final incluso creando más peligro que los reds.

Así ganó el Sevilla la Europa League. Su quinto entorchado. Así hizo historia de nuevo el Sevilla. Así asombró a Europa el pentacampeón. Una vez más. Así salió victorioso el club nervionense de Basilea, donde ha vuelto a clavar su bandera. Así ha firmado otra noche histórica el Sevilla Fútbol Club.

Ficha técnica:

1 - Liverpool FC: Mignolet; Clyne, Lovren, Kolo Touré (Benteke, m.83), Alberto Moreno; Can, Milner; Lallana (Allen, m.73), Firmino (Oriji, m.69), Coutinho; y Sturridge.

3 - Sevilla FC: David Soria; Mariano, Rami (Kolodziejczak, m.77) Carriço, Escudero; N’Zonzi, Krychowiak; Coke, Éver Banega (Cristóforo, m.92), Vitolo; y Gameiro (Iborra,m.89).

Goles: 1-0, M.35: Sturridge. 1-1, M.46: Gameiro. 1-2, M.63: Coke. 1-3, M.70: Coke.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a los jugadores del Liverpool Lovren (m.30), Origi (m.72) y Clyne (m.94), y a los del Sevilla Vitolo (m.56) y Mariano (m.83).

Incidencias: Final de la Liga Europa disputada en el estadio St. Jakob Park, que se llenó con unos 35.000 espectadores, con amplia mayoría de seguidores del equipo inglés.