La propuesta que el Consejo Superior de Deportes (CSD) presentó el pasado día 1 de junio a representantes de la ACB y la Federación Española de Baloncesto (ACB), en su papel de intermediación para la configuración de un nuevo modelo de Liga Endesa, establece un tope de 18 equipos para la próxima temporada, y 16 en la siguiente, planteamiento que, a grandes rasgos, parecía propicio para que el Real Betis Energía Plus se mantenga en la élite pese a su descenso deportivo. Sin embargo, los términos concretos respecto al número de ascensos y descensos que incluye ese plan significa, de facto, el descenso del club sevillano, si se cumple en toda su dimensión.
Fuentes de la ACB han señalado que el CSD propone que se produzcan dos descensos, los de Manresa y Real Betis Energía Plus, y un mínimo de dos ascensos, que podrían ser tres para favorecer el acceso del Palencia. Este aspecto del documento sorprende especialmente, dado que defiende el ascenso en diferido del club castellano si no logra el derecho deportivo en la final de la LEB Oro que disputa ante Burgos, y en la que pierde, de momento, por 2-0. El caso es que esta posibilidad fue aprobada por la ACB el verano pasado, incluyendo también a Melilla (con plazo para reclamarlo hasta el próximo día 15), siempre que cumpliesen con los requisitos económicos de acceso a la ACB, y que hubiese un acuerdo con la FEB para que no hubiese ascensos desde LEB Oro. De esta forma, la propuesta del CSD ignora tanto ese acuerdo como el que los clubes tomaron en su asamblea del pasado 23 de mayo en el caso del canon. En esa reunión ratificaron la presentación de un recurso ante la Audiencia Nacional contra la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia respecto al canon y el fondo de regulación de ascensos y descensos, que incluye la solicitud de medidas cautelares hasta que no haya resolución judicial. El 15 de julio es la fecha en la que la ACB suele ratificar las inscripciones de los clubes participantes.
En definitiva, lejos de aclarar el panorama, la propuesta del CSD, presidido por José Ramón Lete, añade más piezas con aristas que pulir al complicado puzzle del nuevo modelo de la liga profesional, en la que los equipos de Euroliga, Real Madrid, Barcelona, Unicaja y Baskonia quieren una competición de 14 equipos, o como mucho de 16. Desde el domingo también es equipo de Euroliga Valencia Basket, que sin embargo ha liderado al grupo de 13 clubes que defienden tanto el canon como la liga de 18. Habrá que ver si sigue en esa parte de la trinchera con su nueva condición. Hoy miércoles está prevista una nueva reunión de trabajo de los representantes de los clubes en Madrid, incluido el Betis, para preparar la reunión que mañana mantendrán con el CSD y la FEB, en la que deben quedar sentadas las bases del acuerdo a refrendar por la ACB en su asamblea del día 12, de la que, en principio, saldrá el modelo y el sistema de competición de la liga para la próxima temporada y las siguientes.
EL MINISTRO SOCIO DEL PALENCIA
En la lucha de intereses que se desarrolla en la configuración de la nueva Liga Endesa llama la atención que en la propuesta impulsada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), es decir, por el Gobierno de España, haya una defensa cerrada de los equipos de LEB Oro y sobre todo de un club, el Quesos Cerrato Palencia, que cuenta con Iñigo Méndez de Vigo, Ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, como socio de honor. Méndez de Vigo, que fue en las listas al Congreso por la provincia de Palencia, se comprometió públicamente en un acto en la ciudad castellana a trabajar para la eliminación del canon en la ACB, que ha evitado los ascensos y descensos en la competición en el último lustro. El pabellón Marta Domínguez de Palencia está en obras desde el pasado mes de abril, una reforma integral con un coste de más de tres millones de euros que le permitirá adecuarse a las exigencias de la Liga ACB, incluido un aforo de 5.000 espectadores.
Por otro lado, el presidente del CSD, José Ramón Lete, nacido en San Sebastián, se reunió el pasado día 25 con los rectores del donostiarra Gipuzkoa Basket, campeón de la LEB Oro, que el año pasado renunció a su plaza en la ACB acuciado por una deuda declarada de 3 millones. Se vio obligado a una reducción del capital social hasta dejarlo en 100.000 euros, cuando el mínimo exigido por la ACB es de 1,5 millones de euros. Aún así, expresó a Lete su idea de jugar en la ACB, siempre que no sean exigibles ni el canon ni el fondo de ascensos, postura que avala el CSD, pese al recurso de la liga contra la resolución de Competencia.