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Actualizado: 24 ago 2017 / 12:40 h.
  • De Sevilla Este a Lebrija para escribir su destino
    Joaquín Hidalgo, el ‘padrino’ de Chuma, gesticula en la banda. / Aurora Díaz
  • De Sevilla Este a Lebrija para escribir su destino
    Chuma, después de firmar con la Balompédica Lebrijana. / EDD

Rafael González Rodríguez, Chuma (Sevilla, 13-2-1997), es uno de los nombres propios de la pretemporada en la Balompédica Lebrijana de Joaquín Hidalgo, un plantel en el que se ha consagrado como el pichichi del verano. El delantero, que en la campaña precedente militó en el Sevilla FC C del quinteño Francisco Javier Pérez Garramiola, Chesco, ha asumido el rol de killer gracias a los tres goles que ha festejado ante Chipiona, Chiclana CF y Atlético Algabeño. El ‘9’ afronta una nueva aventura en una categoría en la que tratará de recobrar la sonrisa.

Chuma, que recibió su actual apelativo por su hermano mayor, se crio en la cantera del San Roque Balompié, uno de los clubes más representativos de su barrio, Sevilla Este. El de Los Azores permaneció en la entidad del Demetrio Pichel hasta que, ya en la edad alevín, emigró al Sevilla FC. Su primer técnico en la Carretera de Utrera fue, curiosamente, el último hombre que guió sus designios en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, Chesco. En verano, el ariete recibió numerosas propuestas para potenciar su porvenir, aunque el atacante se decantó por la oferta de una Balompédica Lebrijana en la que pretende enterrar la sombra de la intermitencia de las dos últimas campañas.

En la experiencia precedente, Chuma intervino en 22 encuentros del grupo X de la Tercera División, una categoría en la que festejó cuatro goles en su segunda aventura. En su primer año como sénior en el último torneo estatal, el de Sevilla Este participó en 13 compromisos del certamen de la regularidad, una Liga en la que fue capaz de anotar seis dianas. En julio, el entrenador de la Balompédica Lebrijana, Joaquín Hidalgo, fue el encargado de activar el teléfono y emitir su oferta. Chuma, que acumulaba dos temporadas consecutivas sin excesivo protagonismo, aceptó y se unió a la formación de Lebrija. Ahora es el pichichi y la sensación del verano.