Fernando Hierro, entrenador de la Selección española, insistió este domingo en la «forma de entender el fútbol» del equipo, que es «otra cosa más que músculo», antes del partido con Marruecos en Kaliningrado, que enfoca con la «obligación» de ganar «y si se puede ser primeros de grupo, mejor. Nosotros tenemos nuestras condiciones, nuestro físico y nuestra forma de entender el fútbol. Lo de los músculos me parece que no va para nosotros». El exjugador explicó que «nuestra obligación es hacer un buen partido, sumar los tres puntos y, si se puede ser primeros de grupo, mejor». Ahí incidió unas cuantas veces el técnico. Primero el pase, después, si se puede, la primera posición, que también depende a la vez de lo que ocurra a la misma hora en el choque entre Irán y Portugal. «Nosotros vamos a intentar ganar, hacer un buen partido y dejarnos de lo que hay en el otro partido», avisó Hierro, quien se centró en el rival propio: «Nosotros, a lo nuestro, con lo que va a hacer Marruecos, con sus condiciones, con sus condicionantes y con trabajar mucho lo mental, porque matemáticamente no estamos clasificados. Hay que darle la importancia que hay que darle al partido. Para ser campeón del mundo hay que ganarle a casi todas las selecciones más importantes. No se puede elegir un camino u otro. Vamos día a día. Este es el tercer partido y ojalá nos quedemos aquí el cuarto, el quinto, el sexto y el séptimo. Este es el tercero. No podemos confundirnos con pensar ya en el cuarto (en los octavos) antes que en el tercero».
El fantasma de la eliminación de hace cuatro años en Brasil todavía perdura en distintos rincones, pero el seleccionador no quiere ni oir hablar de un KO: «No podemos pensar en lo que ocurrió hace cuatro años u ocho. Es el momento del equipo, de luchar por quedar primero de grupo. No podemos perder el tiempo en qué pasó sino en demostrar lo que somos capaces». No se fía Hierro de Marruecos y por eso pidió «ojos muy abiertos» contra los africanos, un adversario ya eliminado de forma matemática, aunque, desde esa perspectiva, Hierro lo ve más como una amenaza que como una tranquilidad: «Es un partido complejo. Con las selecciones que se quedan sin opciones para el tercer partido no nos podemos meter en la cabeza del seleccionador, ni saber los jugadores que puedan jugar mañana. A partir de ahí, confiar mucho en nuestras condiciones, nuestras características y nuestra fortaleza. Tenemos que tener mucha confianza en nosotros mismos».