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Actualizado: 27 nov 2016 / 17:07 h.
  • Sanabria se lamenta sobre el césped durante el 0-1 contra el Espanyol, después del 1-2 en El Sadar / Manuel Gómez
    Sanabria se lamenta sobre el césped durante el 0-1 contra el Espanyol, después del 1-2 en El Sadar / Manuel Gómez

El Betis perdió en Eibar una nueva oportunidad de empezar a enlazar dos victorias consecutivas. Es la cuarta vez en lo que va de temporada que fracasa en esa tentativa de alcanzar una buena racha, por minúscula que sea. Cuatro han sido los triunfos que ha obtenido, tres con Gustavo Poyet y uno con Víctor Sánchez del Amo, y cuatro fueron las jornadas en que su intento de ampliar la serie resultó frustrado, en la mayoría de los casos por una nueva derrota. Así es imposible avanzar, lógicamente. Y lo malo es que no se trata de un mal hábito puntual, sino de una seña de identidad de la que casi no se desprende en Primera desde su ascenso de 2011.

En estas cuatro campañas y lo que se lleva de la actual en la máxima categoría, las mejores rachas del Betis coincidieron con su primer año en la élite (2011-12). Aquella temporada, con Pepe Mel al frente, el equipo verdiblanco no sólo empalmó un par de series de dos victorias consecutivas: en las jornadas 23ª y 24ª, 2-1 al Athletic y 0-2 al Zaragoza; y en la 31ª y la 32ª, 0-2 en Málaga en la víspera del Domingo de Ramos y 3-1 al Villarreal el Sábado Santo. También logró una de cuatro (jornadas 2ª, 3ª, 4ª y 5ª: 0-1 en Granada, 1-0 al Mallorca, 2-3 al Athletic y 4-3 al Zaragoza) y otra de tres (jornadas 16ª, 17ª y 18ª: 2-1 al Valencia, 0-2 al Atlético y 2-0 al Sporting).

Esos hitos pasaron a la historia. Desde entonces, lo máximo que ha alcanzado el Betis es alguna serie suelta de dos triunfos seguidos, con una clara tendencia a la baja. Visto lo visto, la 2012-13 fue ejemplar, con cuatro rachas de ese tipo: en las jornadas 4ª y 5ª, 0-1 en el campo del Valladolid y 1-0 al Espanyol; en la 9ª y la 10ª, 1-0 contra el Valencia y 2-4 en Getafe; en la 13ª y la 14ª, 1-0 al Real Madrid con aquel gol de Beñat y 2-3 al Dépor en Riazor; y en la 18ª y la 19ª, 1-2 en Zaragoza y 2-0 contra el Levante. En la horrible 2013-14, nada de nada: ganó seis partidos en todo el campeonato y fueron victorias aisladas. Y en la 2015-16, sólo dos: en las jornadas 6ª y 7ª, ambas fuera de casa, venció al Sporting en Gijón (1-2) y una semana después al Rayo en Vallecas (0-2); y en la 27ª y la 28ª goleó primero al Espanyol (0-3) y después derrotó al Granada (2-0) en el Día Internacional de la Mujer.

El Betis 2016-17 es por ahora incapaz de alterar ese escenario. Son cuatro victorias en trece jornadas, frente a siete derrotas, y lo más ‘positivo’ que hizo después de alguno de esos triunfos fue empatar contra el colista Granada, a pesar de jugar muchos minutos con uno más, después de quedarse los tres puntos en el campo del Valencia (2-3). En cambio, tras vencer al Málaga (1-0) ofreció una de sus peores versiones y perdió contra la Real Sociedad (1-0); después de imponerse a Osasuna (1-2) fracasó en casa frente al Espanyol (0-1); y a la semana de dar una alegría al Villamarín, en el estreno de Víctor (2-0 a Las Palmas), volvió a las andadas y sucumbió en Eibar (3-1).