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Actualizado: 16 ago 2016 / 18:18 h.
  • El medalla de oro español, Marcus Walz. / EFE
    El medalla de oro español, Marcus Walz. / EFE

Las condiciones del río Guadalquivir en Sevilla y las instalaciones para la práctica del piragüismo son de sobra conocidas entre los deportistas de élite de esta disciplina deportiva, también de Marcus Cooper Walz, reciente medalla de oro en K1 1.000 metros de piragüismo sprint en los Juegos de Río 2016. El español ha pasado varias veces por Sevilla este año como preparación para diferentes competiciones, como reflejan varios mensajes en su cuenta de Twitter:

«la carrera de mi vida»

«Ha sido la carrera de mi vida. Estoy alucinado», dijo Cooper Walz a periodistas tras acabar la carrera y antes de recibir su medalla de oro.

El español superó a todos los favoritos y le dejó la plata al checo Josef Dostal (3:32.145) y el bronce al ruso Roman Anoshkin (3:33.363).

Se trata de la sexta medalla, cuarta de oro, para España en estos Juegos.

Ya con el oro al cuello, Cooper dijo que no descartaba una medalla en la carrera de hoy, pero recordó que consiguió su billete a Río «por los pelos» en el preolímpico y que en la semifinal quedó «muy tocado» y «casi» no consigue meterse en la final.

El mallorquín dijo que sus objetivos de lograr medallas en los Juegos Olímpicos se los planteaba «a largo plazo» y tenía en mente que podría conseguirlos en Tokio 2020, a la espera que se incluya en el programa olímpico las regatas de 500 metros, que son su especialidad.

«Sabía que podía hacer algo grande, mi objetivo siempre fue un oro olímpico, pero a partir de Tokio. Es una pasada conseguirlo tan joven», afirmó.

Sobre la regata en la que ha ganado el oro, dijo que ha hecho una buena carrera en «el mil entero».

Dijo que ha realizado una buena salida y a mitad de la prueba, la parte que peor se le da, ha visto que estaba lado a lado con los primeros.

Cuando faltaban 400 metros, se ha dicho a sí mismo «ahora o nunca» y ha comenzado a atacar para acabar pasando la meta en primer lugar.

Durante toda la carrera no miró al lado y asegura que sólo se dio cuenta de que llegó en primer lugar sólo después de cruzar la meta.

Entonces, lo recibió su madre y no le dijo nada, pero le dio el abrazo «más grande» que le ha dado en su vida. «Está más contenta que yo», comentó.

Cooper ya piensa en el futuro y asegura que, si se incluyen las carreras de 500 metros en el programa olímpico, barajará dejar de correr el K1 1000 para participar en el K4 500.

El palista nacido en Oxford, que se mudó a Mallorca siendo un niño, recalcó que «siempre» se ha sentido español y es «de corazón español», aunque sólo adquirió la nacionalidad el año pasado, porque es un requisito para que pudiera representar a España en los Juegos Olímpicos.