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Actualizado: 07 jun 2018 / 23:52 h.
  • El periodista Roberto Arrocha, con un ejemplar de ‘Hoy sí me puedo levantar’, que presentará el jueves en la Fundación Cajasol.
    El periodista Roberto Arrocha, con un ejemplar de ‘Hoy sí me puedo levantar’, que presentará el jueves en la Fundación Cajasol.

La excelencia no hace inmunes a los virtuosos. La vida golpea con una arbitrariedad que puede entenderse justa por indiscriminatoria, porque al fin y al cabo, el triunfo no sólo está en las victorias sino también en reponerse de las derrotas. Es en esas circunstancias difíciles, lejos de los focos, en los que ha ahondado el periodista Roberto Arrocha (1975, Arrecife de Lanzarote, Islas Canarias), que el próximo jueves (20.00) presentará en la sede de la Fundación Cajasol su libro ‘Hoy sí me puedo levantar’ (Ediciones Alfar), diez historias que expone como ejemplos de superación de personas conocidas en diferentes ámbitos que pueden ayudar a otros a emprender el mismo camino en momentos de dificultad. El modus operandi ha sido la conversación, la charla que provoca una introspección íntima del interlocutor. Frente del periodista de ABC de Sevilla, Javier Labandón El Arrebato, Carlos Bacca, José Ángel de la Casa, José María García, Mayra Gómez Kemp, Cristina Hoyos, Sandra Ibarra, Marisa Jara, Juan José Padilla e Irene Villa.

«Han sido muchas conversaciones con cada uno de ellos, era un proceso en el que poco a poco se van abriendo, se van sintiendo a gusto, creo que para cada uno de ellos también ha sido una satisfacción poder contar su historia, y que pueda servir a otros», subraya Arrocha, que ha cedido todos los derechos y beneficios del libro a Andex, la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía. «Cada historia te hace volver a creer en el ser humano, en un mundo donde cada día vemos tantas noticias de violencia, de crisis, de tanta gente que lo pasa mal». El futbolista Carlos Bacca relata cómo siendo niño en su casa sólo tenían para una comida al día. «Tenían que elegir entre comida o cena. Cuando se fueron a vivir con sus abuelos todos compartían un colchón».

El torero Juan José Padilla salió de una fuerte depresión tras la cornada en la que perdió un ojo. «Estuvo meses sin salir de una habitación en su casa de Jerez, agarrado a un crucifijo. No quería ver a nadie. Encontró la fuerza en sus hijos, en su mujer, lo hizo por ellos», y relata la anécdota del parche que regaló a todos los niños del colegio de su hijo para que no sufriera y no le hicieran sufrir, normalizando la situación».

«Hay mucha gente que afronta las dificultades de la vida con una gran dignidad y entereza, para mí son héroes, como los padres de los niños con cáncer que he visitado con los futbolistas algunas veces. Es conmovedor, te ponen las cosas en su sitio. Las historias de estas personas me han servido mucho como ser humano».