La XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático (COP25) ha aprobado, finalmente, un acuerdo que recoge los tres temas para los que Chile pidió ayuda de facilitación a España, que incluyen la ambición climática, los mecanismos de pérdidas y daños y la financiación. El Artículo 6, sobre los mercados globales de carbono y último aspecto que queda por desarrollar del Acuerdo de París, se debate de forma separada en el plenario.
El documento final 'Chile-Madrid Tiempo para la Acción' pide a las partes a aumentar su ambición climática en materia de reducción de emisiones en el año 2020, de acuerdo con la recomendación científica de limitar el crecimiento de la temperatura global a 1,5ºC, con el objetivo de luchar contra la "emergencia climática". Por lo tanto, los Estados deberán presentar a lo largo del año próximo sus nuevos compromisos nacionales de reducción de emisiones.
Durante el plenario que ha comenzado cerca de las 10.00 horas, Brasil estuvo a punto de echar por tierra el acuerdo por su oposición a incluir dos artículos, el 30 y el 31, relativos al papel de los océanos y d elos suelos.
Tras un intenso debate, en el que todos los países que intervinieron subrayaron la importancia de estos dos artículos y la moderación y equilibrio de su redacción, así como el esfuerzo que ha supuesto en las dos semanas de negociaciones, Brasil aceptó mantener lo relativo a suelos pero no océanos y, finalmente, en una nueva ronda de debate en la que incluso se opuso a su postura su vecino Argentina, el país presidido por Jair Bolsonaro aceptó mantener el texto final "en consideración" de Tuvalu e Indonesia.
El texto expresa la "urgente necesidad" de aumentar la ambición de los compromisos nacionales de reducción de emisiones para luchar contra el cambio climático en 2020, de acuerdo con el calendario que en 2015 fijó el Acuerdo de París y expresa que esos nuevos compromisos deben superar la actual brecha que existe con los actuales, con los que la temperatura global podría superar los 3ºC de incremento.
En ese sentido, reivindica la coherencia de la ambición de los países con lo que pide la ciencia y lo que la población mundial exige en las calles y reconoce también la acción climática del resto de actores no gubernamentales a las que anima a incrementar y generalizar estrategias compatibles con el clima.
También, el documento compromete a los países a trabajar y a profundizar en las respuestas contra los daños "irreversibles" que provoca el cambio climático en los países más vulnerables en el marco del Mecanismo de Varsovia de Pérdidas y Daños y incluye también un nuevo plan en materia de género que permitirá en el futuro dar respuesta a los efectos del cambio climático que son desiguales para las mujeres y niñas.
En la madrugada la presidenta chilena de la COP25, Carolina Schmidt, pidió la facilitación de la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, para desbloquear esta cuestión, así como el Mecanismo de Varsovia para compensar las pérdidas y daños y la financiación.