El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este martes que su partido apoyará al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la defensa de la legalidad si después de las elecciones del 27 un hipotético gobierno catalán inicia el proceso de independencia de España, pero ha insistido en que la solución a esta crisis está en la política.
«El Gobierno puede contar con el apoyo del PSOE para defender la Constitución y la legalidad, faltaría más», ha afirmado el líder de los socialistas, en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press.
Sánchez ha asegurado tajante que su partido apoyará a Rajoy si tiene que acudir al Tribunal Constitucional para poner en marcha mecanismos legales ante el proceso independentista en Cataluña, pero ha recalcado que con esto no basta para afrontar la situación y ha subrayado que los españoles votan a sus responsables políticos para «resolver una crisis política desde la política».
«HAY QUE RESOLVER LA CRISIS DESDE LA POLITICA»
De esta manera, ha instado al jefe del Ejecutivo a que, además de «buscar el apoyo de líderes políticos europeos», trate de «resolver desde la política una crisis política», porque hasta ahora «no lo ha hecho».
Además, ha criticado duramente la reforma del Tribunal Constitucional que anunció en agosto el PP y que aprobó recientemente el Congreso de los Diputados. A su juicio, además de ser «innecesaria», ha venido a añadir «más gasolina al independentismo».
«CONVERSACION MUY DURA CON RAJOY»
Sánchez ha desvelado que, cuando supo del objetivo de los ‘populares’ de reformar de manera «unilateral» este reglamento, llamó a Rajoy y tuvieron «una conversación muy dura» en la que le explicó al presidente del Gobierno que «se estaba rompiendo uno de los principales consensos constitucionales», que es el de «garantizar la independencia» dle Tribunal Constitucional.
El líder de los socialistas ha vuelto a insistir en que su partido, al proponer una reforma de la Carta Magna, es el único que está planteando alternativas políticas en esta crisis, frente al «rupturismo» del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y los independentistas y el «inmovilismo» del presidente del Gobierno y su partido.
Sánchez se ha mostrado convencido de que al final no habrá independencia, porque cree que hay «una mayoría de catalanes» que no la quieren, y ha avisado de que esa «supuesta ruptura de Cataluña» supondría «la ruina de Cataluña» pero también del «resto de España».
Así, ha acusado a Mas de estar «estafando» a los catalanes al no admitir que esa independencia supondría la salida de Cataluña de los organismos internacionales, empezando por la Unión Europea. Y ha apuntado que esa «sobreactuación» que le ve ahora es porque «intenta eludir el debate», que en su opinión debería ser sobre «las consencuencias devastadoras que puede tener en Cataluña y en el conjunto de España la independencia».