El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha ordenado a la cúpula del partido y sus distintas federaciones que se activen para contrarrestar las acusaciones de la derecha contra el Gobierno por celebrar las manifestaciones del 8M, en la semana en que el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, declara ante la jueza que le investiga la autorización de éstas pese a las advertencias sobre el riesgo de contagio por coronavirus.
En una reunión por videoconferencia con los miembros de la Ejecutiva Federal permanente del PSOE, Sánchez ha repasado con ellos los hitos de la semana, que espera que vengan marcados por la aprobación el martes del real decreto ley que regulará 'la nueva normalidad' cuando termine el estado de alarma, la convalidación en el Congreso de los Diputados del Ingreso Mínimo Vital, pero también por la declaración de Franco, a la que los socialistas deben prestar atención, según les ha conminado Sánchez.
El líder socialista se ha presentado ante los suyos tranquilo al considerar que la estrategia del PP que busca hacer del 8M la causa que haría caer al Gobierno no va a ir a ningún sitio, informan a Europa Press fuentes socialistas. Aun así, Sánchez quiere a las federaciones de su partido activadas frente a las acusaciones de la derecha, que deben encontrar una respuesta en el PSOE.