La TV pública se ha auto-obligado a seguir la estela de la privada por motivos políticos que consisten en lo siguiente: si un partido en el poder desea utilizar una TV pública para influir sobre los receptores es mejor que esa TV pública la prefieran muchos receptores y los receptores siguen masivamente programas sensacionalistas, por tanto, la TV pública debe desarrollar programación que al menos se acerque al sensacionalismo porque una TV pública que apueste por la calidad sin mirar el mercado por lo general será aceptada por menos televidentes.
Esta Noche cruzamos el Mississipi
Uno de los pistoletazos de salida de la televisión espectáculo y sensacionalista fue el programa Esta Noche cruzamos el Mississipi, presentado por Pepe Navarro a mediados de los años noventa en Tele 5. ¿Justifican las cuotas de pantalla la espectacularización producida en programas como Esta Noche cruzamos el Mississipi? Claro que las justifica, fue un programa novedoso en la TV de España, con un presentador de gancho, una agilidad en los planteamientos, unos temas variados pero siempre sugestivos para el espectador, unos toques de descaro y de humor, un programa que entretenía y formaba a la vez. Fue un programa, en cierta medida, transgresor. En cierta medida, eso es, recuerdo una entrevista sobre ETA con el autor de un libro que se vendió mucho: ETA nació en un seminario. Se dijeron cosas que puede que, a otras horas, durante el día, no se hicieran tan públicas. Esto es un buen ejemplo de transgresión.
Tenía algo especial Pepe Navarro como conductor del programa que llevaba a que la gente se enganchara. Se trataba de un formato novedoso en la España de lo que se llamó el late night o variedades nocturnas. En los 90 comenzó a producirse en España un nuevo prime time que añadir al de mediodía de las 15 horas y al de noche de las 20,30: el prime time de madrugada.
La figura del presentador es muy importante. Pepe Navarro tenía gancho, encanto, sabía adaptarse a situaciones diferentes, cuando había humor lo seguía pero sin perder la compostura como sucede hoy en algunos presentadores. Y cuando se trataban temas tremendos como el caso Alcásser su semblante era totalmente ajustado a la gravedad de la situación. Además, Navarro ya traía una credibilidad y un carisma de otros muchos trabajos suyos en TV, sabia mirar a la cámara de manera que te diera la impresión de que estaba sentado frente a ti en la mesa de cenar de tu casa.
La década del 2000
El espectáculo televisivo de los 80-90 influyó en la década del 2000. Ese espectáculo televisual fue un arranque sobre todo en los 90 porque las grandes televisiones privadas, Tele 5 y Antena 3, están operativas plenamente desde 1990 y desde el principio Tele 5 va a apostar -siguiendo la línea Berlusconi, importada a su vez de EEUU y de América Latina- por el espectáculo, téngase en cuenta que aquella primera Tele 5 no tenía informativos, no tenía carga periodística, era una vuelta a los inicios de la TV en los años 40. Por lo general, la TV no nació para formar e informar sino para entretener. Mientras que Antena 3 TV apostó por competir claramente con TVE, Tele 5 explotó la TV festiva, las Mamachichos, la sensualidad de la mujer y su utilización. Valerio Lazarov, alto directivo de la primera Tele 5, tuvo que puntualizarle a los receptores, que se quejaban del sensacionalismo y de sus efectos sobre los niños, que Tele 5 no era una guardería infantil.