La Misa de Romeros abre una jornada que concluirá con el momento grande de la romería, el que anhela todo rociero, la salida en procesión de la Virgen del Rocío a hombros de los almonteños; algo que se espera con ilusión, con calma, pero también con el nerviosismo propio de quien ansía volverla a tener frente a frente.