Comienzan los cultos en honor a Nuestra Señora de los Reyes, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis, y aunque aún no puedan ser besadas sus manos, su veneración vuelve a tener lugar en el presbiterio de la Capilla Real, al tiempo que se producía el rezo constante del santo rosario, señal inequívoca de que lo peor de todo lo que hemos vivido por la situación sanitaria ha quedado atrás.
En la tarde del jueves 4 de agosto, largas colas se formaban hasta la fuente de la plaza que lleva el nombre de Ella, no faltando nunca fieles y devotos para postrarse a sus plantas, como se seguirá haciendo a lo largo de la mañana de este viernes 5, y ya un día después, arrancará la novena.
Para esta veneración, la Señora luce un manto que fue realizado a partir de piezas de un capote de paseo de Salvador Guardiola, rejoneador que falleció a lomos de un caballo en la tarde del 21 de mayo en 1960, durante una corrida de toros en la plaza de Palma de Mallorca, habiendo sido restaurado en 2009 en el taller de Sobrinos de Elena Caro; la saya confeccionada por las hermanas del Espíritu Santo y que cuenta con encajes de oro del siglo XVIII; y la corona de filigranas de oro, que es la anterior de salida, esto es, previa a la de la coronación en 1904, obra de Manuel González Rojas en 1876.