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Actualizado: 22 sep 2017 / 09:08 h.
  • ‘Cantinflas’ fue costalero de la Virgen de Monte-Sión
    Cuadrilla de los ratones bajo el palio de la Virgen del Rosario en los años 60, con Hipólito en el centro.
  • ‘Cantinflas’ fue costalero de la Virgen de Monte-Sión
    El actor, ante el panteón de Joselito el Gallo, en el cementerio de San Fernando
  • ‘Cantinflas’ fue costalero de la Virgen de Monte-Sión
    El ‘Cantinflas’ de Orfila.

El seudónimo de este popularísimo actor y comediante mexicano ya aparecía recogido en el Gran Diccionario de la Semana Santa de Juan Carrero, aunque por una razón bien distinta a la que hoy le contamos aquí. Hasta ahora la única acepción del término Cantinflas recogida en la obra monumental del recordado historiador de Las Penas hace referencia al apodo con el que cariñosamente se conoce por la calle Orfila a una de las figuras secundarias integrada en el misterio de Los Panaderos. Por su oscura tonalidad de piel, por su relativo parecido físico y también por lucir una faldilla o sudario un poco caído –al estilo de los desaliñados pantalones que vestía en sus películas el entrañable actor mexicano–, en el seno de la cofradía del Miércoles Santo se bautizó tradicionalmente con este sobrenombre al «sayón esclavo» que en actitud de cuclillas porta una soga en las manos para prender al Señor del Soberano Poder en la escena que se desarrolla en el Huerto de Getsemaní.

A partir de ahora, sin embargo, la voz Cantinflas podría perfectamente incorporar una segunda acepción estrictamente ligada a la biografía del célebre actor y a su breve pero intenso encuentro con la Semana Santa de Sevilla. Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes (12 de agosto de 1911–20 de abril de 1993), más conocido como Mario Moreno Cantinflas, llegó a ser costalero de la Virgen del Rosario de Monte-Sión. Así lo desvela el antropólogo Mariano López Montes en el último boletín editado por la hermandad de la plaza de los Carros, el correspondiente al mes de octubre de 2017. En un artículo titulado Mañana de Jueves Santo en la calle Feria, López Montes cita su tesis doctoral en Antropología Social y Cultural para aseverar que «incluso el propio Mario Moreno Cantinflas dio unos chicotás a la altura de la Alameda bajo el palio (de la Virgen del Rosario) con la famosa cuadrilla de los ratones de Rafael Franco». Así se lo confesó en una entrevista José Sánchez Baquet, más conocido como Hipólito, integrante de aquella mítica cuadrilla de los ratones –costaleros de escasa estatura– que ideó el capataz Rafael Franco Luque para bregar con los pasos de palio. Según este testimonio, el celebérrimo actor mexicano con estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood se caló el costal un Jueves Santo de los años 60 para meterse bajo los faldones del paso de la Virgen del Rosario.

No hay mucha más información al respecto de esta anécdota ni tampoco un documento gráfico que así lo atestigüe. Sólo el testimonio de un costalero ya fallecido, Hipólito, que lo vivió en primera persona. «Según cuenta Hipólito en una de las decenas de entrevistas con costaleros de aquella época que realicé para mi tesis, Cantinflas quería saber qué se sentía debajo del paso», relata López Montes.

En la hermandad de Monte-Sión, sin embargo, otorgan mucha verosimilitud a este poco difundido episodio, toda vez que el protagonista de películas como El patrullero 777, El padrecito, La vuelta al mundo en ochenta días o El bolero de Raquel guardó una estrecha amistad con el torero mexicano Carlos Arruza, cuya relación con Sevilla y con la corporación de la plaza de los Carros es sobradamente conocida. De hecho, es sabido que Arruza, hermano y nazareno de la cofradía, regaló los rosarios de plata que cuelgan del palio de Monte-Sión, hermandad en cuya nómina aterrizó por influencia de su apoderado en España, Andrés Gago, un famosísimo taurino sevillano y, a la vez, suegro del diestro Manolo Vázquez.

Si bucean por Internet, es fácil encontrar fotografías del actor Mario Moreno Cantinflas bien paseando por la calle Sierpes en una de sus visitas a España, o hasta retratado en el cementerio de San Fernando ante el panteón de Joselito el Gallo. Ahora se conoce que el hombre que, a lo largo de su carrera cinematográfica, se caracterizó de torero, barrendero, trotamundos, sacerdote o de Sancho Panza, un Jueves Santo de los años sesenta se caló el costal para pasear por la Alameda a la Reina del Rosario.