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Actualizado: 25 feb 2021 / 04:00 h.
  • Cerería El Salvador.
    Cerería El Salvador.

La conocida Cerería El Salvador, situada, como su propio nombre indica, en la calle que lleva hasta la céntrica Plaza del Salvador, es una de las más concurridas y prestigiosas cererías de toda la ciudad.

Manuel López, cuarta generación de este centenario negocio, y uno de los dueños, ha contado a este periódico algunos de los detalles tanto de los comienzos del comercio como de las circunstancias que viven en estos tiempos.

Sus andaduras, comenzaron en la Finca Villa Rosario de Puebla del Río gracias a su tatarabuelo. Allí comenzaron, tras tratar las colmenas, a crear las velas. Este mundo ha cambiado mucho durante todo este tiempo, y es que ahora la cera se compra hecha: “Si se necesita cera virgen se compra a apicultores en su estado natural con el propio color de la miel. Si la necesitas en blanco ya tiene que pasar por industria, porque el blanqueamiento natural se puede hacer, pero es bastante más laborioso, decolorando la cera”, nos cuenta Manuel acerca del trato que requiere esta cera que ellos no solo venden, sino que también manipulan.

Su prestigio es importante para esta ciudad ya que son más de 25 hermandades a las que han abastecido con sus velas. Bien sea en los pasos o con los cirios de los nazarenos. Entre ellas, la Hermandad del Gran Poder, la de El Amor, la Hermandad de Las Siete Palabras o la Hermandad de la Estrella.

Este año, como es evidente, las calles no rechinarán al paso de las ruedas o los zapatos por la cera derretida de ninguna cerería sevillana. Sin embargo, las ventas en la tienda de esta familia no cesan pese a haber perdido más de un 70% de la facturación que se preveía sin la existencia de esta pandemia. “En estos tiempos es verdad que el jaleillo empieza a notarse, pero la fábrica que tenemos en la Avenida de La Industria está bastante más parada” apunta.

Esta tienda de velas que comenzó en el Barrio de San Vicente ha ido evolucionando con el paso de los años introduciéndose también en el mundo de la imaginería, un matiz que originaliza su trabajo.

A pesar de ello, ahora lo que más se vende son las ceras de los altares para los cultos de las Cofradías: “Además este año, por no haber Semana Santa, parece que han decidido explayarse aún más en los cultos”, cree Manuel. Y es que aun siendo un año que les está permitiendo sobrevivir la disminución en las jornadas de algunos trabajadores y las alternativas han formado parte de su búsqueda beneficiaria: “Hemos hecho gel hidroalcohólico con olor a incienso por esta demanda tan pertinente, y también kits para hacer velas en casa con la cera y el pabilo necesarios para ello”.

Muy a su pesar, la cera pura que demandan las cofradías para sus salidas procesionales este año tendrá que esperar, pero esta familia demuestra cómo afrontar de la mejor manera posible estas circunstancias aun sabiendo que probablemente tarde en volver la Semana Santa tan esperada.