Era una deuda histórica. La Hermandad del Museo incluirá entre sus títulos el de Mercedaria, un hecho que era lógico y normal si se tiene en cuenta que la corporación decana del Lunes Santo lleva residiendo más de cuatro siglos en su actual capilla, anexa al Convento Casa Grande de la Merced, que se hallaba en el edificio del actual Museo de Bellas Artes. Así lo hace saber la hermandad en su último boletín, el número 135, correspondiente al presente mes de junio, mediante un interesante artículo que firma María Salud Elvás Iniesta, en el que se manifiesta que la solicitud para incorporar este título tuvo su germen en enero de 2020, cuando la junta de gobierno, cuyo hermano mayor es Juan María Toro Guillén, elevó al Gobierno Provincial de la Provincia Mercedaria de Castilla esta petición, elaborándose para ello un informe en el que se detallaban los motivos de esta solicitud y que, habiendo redactado este documento el entonces diputado de formación, el recordado Elías García Rodríguez, fallecido el 2 de mayo de aquel mismo año durante el confinamiento.
Los lazos entre la Orden Mercedaria de Sevilla y la Hermandad del Museo tuvo su punto de partida en 1577, a los dos años de la fundación de esta cofradía en la Parroquia de San Andrés, pues la naciente corporación firmó un contrato con el convento mercedario para poder trasladarse a este cenovio, donde los mercedarios le entregaron en el claustro principal la Capilla de los Confesionarios. Es cierto que durante un periodo breve llegó a residir en la antigua Parroquia de la Magdalena, pero acabaría regresando al entorno donde hoy permanece hasta levantar su capilla propia en el compás de aquel extinto convento. Hoy conocemos popularmente a la hermandad como la del Museo, pero cuando el Museo de Bellas Artes aún no se hallaba allí, la cofradía era conocida como la Expiración de la Merced. Y cuando en 1830, con la Desamortización de Mendizábal, los frailes abandonaron el convento Casa Grande de la Merced, hubieron de trasladar sus cultos a la Capilla de la Expiración, motivo por el que en este recinto se conservan grandiosas obras como la Virgen de la Merced Comendadora, la efigie de Santa Ana con la Virgen, la Virgen del Rosario, el Señor Atado a la Columna, la imagen de San Ramón Nonato y la de San José.
En su interesante artículo, Elvás Iniesta señala igualmente otros aspectos importantes a tener en cuenta en la historia reciente, pues la Hermandad del Museo presidió en su momento el centro misional establecido en el desaparecido convento de San Laureano, también de origen mercedario, e incluso en 2008, cuando se acometieron obras en la capilla y las imágenes titulares hubieron de trasladarse a la cercana iglesia de San Gregorio, sede de la Hermandad del Santo Entierro, se estrecharon los vínculos con la Orden Mercedaria al ser ésta la que rige el templo de la calle Alfonso XII. Y otros matices relevantes son, por ejemplo, el hermanamiento con la Hermandad de las Mercedes de la Puerta Real y la participación tan importante que tuvieron los cofrades del Museo en el Año Jubilar Mercedario de 2018. El pasado mes de enero, el Capítulo Provincial de la Orden de la Merced aprobó concefer a la Hermandad del Museo este anhelado título de Mercedaria, la cual se hará efectivo el próximo jueves 31 de agosto con motivo de la Eucaristía en la festividad de San Ramón Nonato.