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Actualizado: 25 may 2017 / 22:01 h.
  • El ‘Guion por la vida’ de la hermandad de la Soledad de San Lorenzo. / José Manuel Cabello
    El ‘Guion por la vida’ de la hermandad de la Soledad de San Lorenzo. / José Manuel Cabello

Entre las trece acepciones del RAE aparece una que nos atañe en este particular diccionario: «Pendón pequeño o bandera arrollada que se lleva en algunas procesiones». El guión, en el ámbito de las cofradías, suele ir asociado al carácter sacramental de la corporación y, por norma general, representa una custodia acompañada de motivos eucarísticos como panes y uvas; la mayoría de ellos reserva la figura del cordero para el remate del asta.

En cuanto a la ejecución, se pueden ver guiones bordados sobre malla o terciopelo y guiones realizados en orfebrería. En este último apartado es muy conocido el guion de La Cena –que vemos también en la procesión del Corpus Christi– por su extraordinario peso y por la complejidad para portarlo. En cuanto al diseño, el abanico es aún más amplio. Los sacramentales suelen seguir un modelo parecido, con una especie de escalón y campanitas en su parte inferior, que le confieren un sonido muy característico. Ocupan, además, una privilegiada posición en el cortejo litúrgico y, como curiosidad, durante el Corpus se llevan hacia atrás porque anteceden a la Custodia de Arfe, que porta a Jesús Sacramentado.

En los últimos años, las hermandades se han decantado por este tipo de insignia para conmemorar coronaciones canónicas –ahí están los casos de Los Gitanos y el Buen Fin y, más recientemente, San Gonzalo para la Virgen de la Salud–. En otras ocasiones, están dedicados al lema de la hermandad, como el Charitas Christi Urget Nos de Santa Marta o se conciben para destacar la vinculación con una orden religiosa. Otra curiosidad: La cofradía de Los Estudiantes incluye un elevado número de guiones, que hacen alusiones a distintas facultades y escuelas técnicas de la Universidad.