En la tarde del pasado domingo, día 24 de febrero, la Primitiva hermandad de la Divina Pastora de Sevilla recibió la visita del Excmo. Juan Gómez de Salazar Mínguez, general jefe de la Fuerza Terrestre y teniente de hermano mayor honorario de la corporación desde el 12 de marzo de 2017, cuando asumió personalmente la distinción que ostentan desde 1826 los Capitanes Generales de Andalucía, luego Generales Jefes de la Región Militar Sur y actualmente Jefes de la Fuerza Terrestre, con sede en la Plaza de España de la capital hispalense.
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Actualizado: 01 mar 2019 / 08:46
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El momento de la donación del bastón de mando en la capilla de la calle Amparo. Fotos: El Correo.
Su Excelencia visitó la sede de la hermandad acompañado de su esposa y del Coronel Jefe de la UAPO del Cuartel General de la Fuerza Militar Terrestre, José Miguel Arroyo Carrillo, quienes fueron recibidos a la puerta de la capilla por una comisión formada por el hermano mayor, Andrés Martín Angulo, que portaba su vara dorada; el teniente de hermano mayor, Juan José Román Llorca, que entregó a Su Excelencia la vara de Teniente de Hermano que le corresponde por su cargo honorario. También estuvieron José Carretero Guerra, secretario del Consejo General de Cofradías y Miriam Olga de Frutos, delegada del mismo Consejo y hermana de la corporación, que entregó a la señora del General un sencillo detalle floral de cortesía; así como el delegado de Sacramentales, Ernesto Martín, que también representó al organismo cofradiero en el acto. Entre las autoridades civiles asistentes se encontraba también el Práxedes Sánchez Vicente, presidente del Círculo Mercantil e Industrial. Los hermanos mayores de las hermandades del Pilar y de Nuestra Señora de Guadalupe también ocuparon lugar de honor entre los concurrentes.
Tras la oración postcomunión de la celebración religiosa, se inició el acto de entrega del bastón de mando del Excmo. Sr. Teniente General Jefe de la Fuerza Terrestre, quien había manifestado personalmente su deseo de entregarlo a la Divina Pastora. Con ello, y acercándose al altar junto al hermano mayor, el celebrante bendijo el bastón y fue el propio general quien lo subió al camarín, depositándolo a las plantas de la Divina Pastora, que se convierte en una de las pocas hermandades cuya titular posee un bastón de mando concedido e impuesto, lo que vuelve a colocar a la Divina Pastora entre las principales imágenes devocionales, no sólo de Sevilla, sino de toda la mariología universal.
La imagen lucía vestida para la ocasión con la saya blanca de tisú de plata bordado en oro con la que procesiona normalmente, ceñida con el fajín que le donó en 2004 el general Borra Gutiérrez de Tovar, completando su atuendo con el manto de brocado rojo que forma parte de su ajuar. A la bajada del camarín, don Juan dirigió a la Virgen unas hermosas palabras de agradecimiento que fueron contestadas por el Hermano Mayor con idéntica gratitud. Tras el canto de la Salve concluyó la celebración, pasando el General con sus acompañantes a visitar la Casa Hermandad y firmar en el libro de honor.