La Virgen de las Penas será intervenida por Pedro Manzano

En un ambiente distendido y cordial, como caracteriza a la señera Hermandad de Santa Marta, celebró en la noche del martes 27 de septiembre esta corporación el cabildo general extraordinario anunciado desde julio para aprobar, si procedía, una intervención conservativa sobre la bendita imagen de Nuestra Señora de las Penas, labores que acometería el conservador Pedro Manzano Beltrán, siendo refrendada esta propuesta realizada por la junta de gobierno que encabeza Antonio Távora Alcalde como hermano mayor.

La cita tuvo lugar en la propia sede canónica, la Iglesia de San Andrés, al término de la santa misa de la apertura del curso. Estas labores de conservación sobre la dolorosa del Lunes Santo se llevarán a cabo a raiz de algunas alteraciones pictóricas detectadas sobre esta talla de Sebastián Santos Rojas en 1958. Según manifestó Manzano en el propio cabildo, en el que estuvo presente sólo en el momento de la exposición de su informe, se trata de “una intervención conservativa de importancia menor”, consistiendo estas tareas en una limpieza de la efigie en determinadas zonas y el restablecimiento de pequeños puntos afectados por el uso de alfileres a la hora de revestirla, habiendo generado desprendimientos de policromía. Además, se aprovechará esta intervención para sustituir las articulaciones de las manos por otras más versátiles y que otorguen una mayor facilidad de uso. La Virgen de las Penas será retirada en escasísimos días del culto, de modo que los plazos de ejecución de estas labores no superen las tres semanas, puesto que el viernes 28 de octubre es la inauguración del Año Jubilar concedido a esta hermandad por su septuagésimo quinto aniversario fundacional, con la apertura de la puerta santa, y la titular mariana ha de estar presente en tan magno acontecimiento.

Cabe recordar que será la segunda ocasión en la que Manzano intervenga a Nuestra Señora de las Penas, pues ya lo hizo anteriormente entre diciembre de 2003 y febrero de 2004, siendo la causa de aquella actuación la existencia de unas fisuras en algunos ensambles de la imagen, además de ataques de xilófagos en la base del candelero, el cual fue sustituido por uno nuevo de madera de cedro, reemplazando también el sistema de articulación de los brazos. Así mismo, esta dolorosa presentaba entonces también, como ahora, algunas pérdidas de policromía por la acción de alfileres al vestirla, así como suciedad general en la encarnadura producida por el humo de las velas y el polvo acumulado.