Después de varios meses de clausura temporal por obras, este sábado ha reabierto sus puertas a la visita de los fieles el camarín de la Esperanza Macarena, aunque con una importante novedad. Desde este fin de semana, el camarín de la Macarena es accesible a todas las personas con problemas de movilidad reducida que deseen ingresar en el sanctasanctórum de la basílica. Gracias a un convenio firmado con la Fundación Cajasol, la hermandad ha instalado una plataforma elevadora, que llega a tres metros de altura, en un rincón de la denominada Capilla Chica. Esta plataforma está conectada a través de una pasarela con la zona de salida de público del camarín.
De la instalación de esta plataforma se ha encargado Electromecánica Andaluza S.L. (Elazuza), empresa que desde hace más de 25 años se dedica a la fabricación, instalación y mantenimiento de ascensores, puertas automáticas, plataformas y salvaescaleras, y que ya colaboró con la hermandad de la Macarena instalando el ascensor que da servicio al tesoro, entre otras actuaciones.
Con esta intervención, los hermanos y devotos que padecen alguna discapacidad relacionada con la movilidad, así como ancianos, embarazadas, padres con niños pequeños en carritos y otros podrán acceder con mayor facilidad hasta el camarín de la Virgen de la Esperanza, que se encontraba cerrado al público de forma temporal desde el pasado 8 de junio.
«Cuando se abre el camarín, siempre hay un vigilante jurado junto a la Virgen», asegura el teniente de hermano mayor de la Macarena, Santiago Álvarez Ortega. De igual modo, durante los días del besamanos a la Esperanza, en el mes de diciembre, también es nota la presencia de un vigilante junto a la imagen. «Controla la cola y observa si alguien se acerca con alguna mochila o algo sospechoso», apunta el número dos de la junta macarena. «Sabemos que pueda quedar feo eso de que un vigilante esté junto a la Virgen, pero es lo más prudente», sentencia.
