Los hermanos de Santa Marta están convocados el próximo martes 27 de septiembre a cabildo general extraordinario. La junta de gobierno que preside como hermano mayor Antonio Távora los convoca para presentarles y aprobar, si así procede, la propuesta de tratamiento a la bendita imagen de Nuestra Señora de las Penas, de cuyas labores de conservación se encargaría Pedro Manzano Beltrán.
Actualizado: 14 jul 2022 / 12:35
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No es la primera vez que Manzano realizará labores propias de su profesión en esta corporación del Lunes Santo sevillano, pues junto a Enrique Gutiérrez Carrasquilla, en el Taller Serbal, intervino entre 1997 y 1999 a todas las figuras secundarias del misterio, obra de Luis Ortega Bru, y durante los meses de junio y julio del año 2006 actuó sobre la talla del Santísimo Cristo de la Caridad, al que tras un estudio radiológico restauró de manera integral, tratando las diversas fisuras y desensambles de las piezas de madera que conforman esta imagen esculpida por Luis Ortega Bru en 1953, además de distintos desprendimientos de policromía que podían localizarse en numerosos lugares del cuerpo de esta efigie cristífera.
Con respecto a la propia dolorosa, será la segunda ocasión en la que Manzano la intervenga, pues ya hubo una primera vez entre diciembre de 2003 y febrero de 2004, siendo la causa de aquella actuación la existencia de unas fisuras en algunos ensambles de la imagen esculpida por Sebastián Santos Rojas en 1958, además de ataques de xilófagos en la base del candelero, el cual fue sustituido por uno nuevo de madera de cedro, reemplazando también el sistema de articulación de los brazos. Así mismo, la Virgen de las Penas presentaba entonces algunas pérdidas de policromía por la acción de alfileres al vestirla, así como suciedad general en la encarnadura producida por el humo de las velas y el polvo acumulado. Según hemos podido saber, las tareas que realizaría próximamente Manzano sobre esta efigie mariana consistiría, precisamente, en lo último que se ha indicado -una leve limpieza y resanar los daños que generan los alfilerazos a la hora de revestirla- después de casi veinte años.