No ha sido fácil mantener en activo a una banda de música en estos tiempos de pandemia que atravesamos; la imposibilidad de ensayar y sobre todo la cancelación de todo tipo de eventos y actos en los que estas participaban han hecho del 2020 un año para olvidar. Para que nos cuente detalladamente como ha afrontado una banda como la de La Cruz Roja esta situación, El Correo de Andalucía ha tenido la suerte de poder conversar con su presidente y director musical D. José Ignacio Cansino González.
Bajo su punto de vista ¿Cómo ha afectado la pandemia a las Bandas de Música?
RESPUESTA: La actividad de las bandas, que no soy profesionales al cien por cien, ha sido prácticamente nula, tanto a modo corporativo, ya que no podemos tener reuniones entre nosotros para reducir al máximo el contacto físico, como a modo interpretativo, ya que a pesar de haber tenido algunos intentos de volver a los ensayos después del verano, estos se vieron truncados a las pocas semanas.
¿Qué momento fue el más doloroso de la Semana Santa de 2020?
R: Posiblemente fue el día que se anunció oficialmente que no habría Semana Santa. Sí es cierto que el dolor empezó días antes cuando se comenzaron a escuchar rumores de que el Arzobispado y el Ayuntamiento tenían planteada su suspensión. El ver como “te tiraban por los suelos” todo ese trabajo previo, en cuanto a ensayos, uniformes y demás fue muy doloroso.
¿Cómo se plantea este 2021 para las bandas?
R: La palabra a destacar sería “incertidumbre”, ya que a pesar de ver cierta ilusión con el tema de las vacunas y de ver que de aquí al otoño podríamos volver a una actividad medianamente normal, y espero que el 2022 sea el año de la consolidación para la vuelta a la normalidad de las bandas de música.
¿Va a afectar esta pandemia a la regeneración de la banda?
R: Lógicamente nos afectará muchísimo; la escuela de música la tuvimos que suspender en este curso académico, ya que, como te he comentado antes, toda actividad reglada nos hemos visto obligados a cancelarla. Pero intentaremos ir retomando dicha actividad poco a poco e ir retomando el pulso de manera paulatina.
¿Cuándo y cómo espera que sea el retorno a los ensayos?
R: En un principio, a nivel personal, intento no generarme ninguna expectativa; la respuesta idónea sería: “en cuento se pueda”. Si vemos que de aquí a unas semanas se va liberalizando y se permiten las reuniones, una vez pasado el verano, con una serie de normas y protocolos sanitarios, pues ya iremos retomándolos parcialmente y con pocas personas. En resumen, no espero nada hasta finales de año.
A nivel económico, ¿qué cantidad de dinero habría dejado, y va a dejar, de ingresar la banda?
R: El año pasado dejamos de percibir en torno al 90% de los ingresos en primera instancia. Luego, sí es verdad, que muchas hermandades aportaron una ayuda económica, la cual para nosotros fue muy valiosa, para poder así hacer frente al pago de facturas y demás gastos cotidianos. De cara a este año 2021, esperamos algún tipo de colaboración por parte de las instituciones con las que trabajamos.
¿Cuál es, para usted, la mejor marcha de Cruz Roja?
R: No podría catalogarla como la mejor, ya que nuestra versión no es la histórica, pero he de admitir que Pasan los Campanilleros de Manuel López Farfán es una de las mejores. Tenemos una versión muy propia de la banda, y creo que esta marcha es santo y seña de nuestra institución. Por lo tanto, te diría que, no es la mejor, pero sí la más emblemática.
¿Sábado de Pasión, Domingo de Ramos, Martes, Miércoles o Jueves Santo?
R: Por mis recuerdos de la infancia, el Domingo de Ramos es el día por excelencia, donde las familias enteras se unen, se estrenan las primeras túnicas, brilla un radiante sol, como deben ser estos días...
¿Dónde se recibe mejor trato, en Sevilla capital o en los pueblos?
R: Tenemos la gran suerte de tener, tanto en Sevilla capital como en los pueblos, unas relaciones mucho más que cordiales, llegando, en algunos casos, a una amistad sincera de muchísimos años. Aunque para serte sincero, como en todos los ámbitos sociales, también hemos tenido nuestros más y nuestros menos; siendo estos una ínfima minoría de los casos.