«Nunca dije públicamente que no me presentaría, pero soy un hombre muy reflexivo y necesitaba este tiempo para dar paso a ese lado reflexivo que tengo, así que después de hablarlo con amigos y con mi equipo, voy a dar el paso adelante». Un paso, el de Antonio Piñero, que no viene exento de antecedentes.
Decidir presentarse a presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, cuyas elecciones presumiblemente se celebrarán en noviembre, responde a la pregunta que el mundo cofrade venía haciéndose tras conocer que el actual tesorero, Francisco Vélez, anunció hace dos semanas postularse para el cargo que ostenta en funciones Piñero, tras decir Joaquín Sainz de la Maza adiós al cargo a mitad de mandato.
Aunque el que Piñero optara a ser presidente era el paso lógico, no resultaba «el más agradable» para él. El que dos candidatos del mismo equipo se enfrenten en las urnas podría dar pie a especulaciones sobre escisiones internas. El que fuera vicepresidente con De la Maza se medirá por tanto con Vélez, y apostará por un equipo en el que destaca como segundo de abordo Carlos López Bravo –actual secretario– y gran parte de los miembros con los que actualmente comparte gobierno, aunque también cuenta con personas «de fuera muy implicadas con el mundo cofrade».
El abogado Francisco Vélez, cuya gestión económica durante estos dos años ha sido muy reconocida, tiene en Antonio Piñero –secretario judicial de profesión– un rival muy respaldado por buena parte de los miembros de la actual junta superior. «Afronto esta decisión con muchas ganas, tengo mucha ilusión por seguir trabajando y es gratificante saber también que cuento con el respaldo de muchos hermanos mayores», asevera Piñero, quien afirma que tiene consigo a una mayoría del equipo de penitencia para entrar en liza con Vélez, que ha sido muy crítico en su trayectoria con la junta. El presidente en funciones, que se muestra muy respetuoso con que Vélez se haya presentado, no niega que cuando el actual tesorero decidió dar el paso fue una situación violenta.